Esa mujer no se ha ido de vacaciones por años por cuidar a su mascota tucán que tiene miedo de ser abandonado
Tener una mascota es maravilloso bajo muchos puntos de vista, ¡pero depende ciertamente del animal en cuestión! Ningún amante de animales les dirá que criar a una determinada especie es un infierno, pero para algunos animales existen seguramente dificultades básicas. Criar a un tucán, por ejemplo, no es absolutamente como cuidar de un periquito enjaulado, ya que requiere de cuidado y una atención (¡y un costo!) mucho más allá de las posibilidades de la mayoría de las personas. Janelle Tsao, de 35 años, y su novia Arielle, de 40, se dejaron llevar por el entusiasmo cuando vieron por primera vez a Touki, un pequeño tucán en la jaula de un criador. Desde cuando Touki entró en sus vidas, Janalle no se arrepiente de nada, pero advierte: "Tener un tucán no es para todos, hace dos años que no me voy de vacaciones".
via Mirror
Hay personas que compran o adoptan animales casi por diversión, como si fuera una moda, para los animales exóticos este discurso quizás vale mucho más que para otras especies, pero no debemos olvidarnos de todos los perros regalados y poco después, son sistemáticamente abandonados en la calle. Janelle, la "madre" de Touki, un tucán realmente particular, afima que un animal como el suyo no es absolutamente el animal de compañía que todos quisieran, a pesar de que "¡en internet parece tan bonito!". Ella y su novia, Arielle, no se arrepienten en haber adoptado a Touki, pero ambas hicieron una inversión no indiferente: Janelle nunca puede salir de su casa, a menos de que no haya otro adulto presente que vigile a Touki. Los tucanes son monógamos y se vuelven muy apegados a una persona (máximo 2 personas) que los cuida, en este caso Janelle y Arielle, y les cuesta aceptar que esta pueda abandonarlos. Es por esto que Janelle siempre debe encontrar un reemplazo y también en este caso, la situación puede de todas maneras volverse fea: el tucán grita y croa como un loro, hasta que Janelle no regresa a su casa. Es por esto que la mujer, después de dos años, ¡no puede permitirse ni siquiera un día de vacaciones!
Los animales, después de todo, ¡son una responsabilidad! Y para ser honestos, es también un costo no indiferente: Janelle gasta alrededor de unos 80 dólares al mes para proporcionarle a Touki fruta fresca, exótica, frutos del bosque, dátiles, etc...
Además, hay muchas precauciones para tomar en la casa, dado que los tucanes vuelan, son muy curiosos y "van al baño cada 5 minutos". La casa de Janelle está completamente tapizada con láminas de plástico, especialmente en los sillones y en las zonas que podrían ensuciarse irreversiblemente, precisamente debido a las heces de Touki. Obviamente, la limpieza es esencial. Más allá de estos aspectos indudablemente limitantes, Janelle no podría imaginarse en una vida sin su Touki: es como tener un niño o un mono "volador". Touki es curioso, inteligente y cariñoso y sus dueñas lo aman incondicionalmente. Ambas, sin embargo, advierten a todos los curiosos y amantes de los animales que para cuidar de un tucán es necesario ser "profesionales". Sigamos mirando los simpáticos videos de Touki, ¡pero que no se les ocurra la extraña idea de ir a comprar un tucán sin haberse preparado realmente de antemano!
