No le gusta jugar con sus hijos y prefiere tener tiempo para ella sola: "Soy una madre terrible"
Ser un padre a la altura de las circunstancias nunca es fácil y lamentablemente, no existe el manual para aprender a ser un padre o una madre perfecta. Una vez que se decide tener un hijo, sin embargo, hay una serie de responsabilidades naturales que cada uno de nosotros debe necesariamente hacerse cargo. A veces, puede suceder de pasar por un momento de desesperación porque cuidar a los hijos significa sacrificar mucho de tu tiempo libre, pero siempre hay que recordarse a uno mismo que se trata de una situación momentánea, ya que los hijos tarde o temprano crecerán. Además de disfrutar del tiempo libre con ellos, momentos de juego que no regresarán más, debemos pensar en su crecimiento. La decisión de una madre dio para discutir en la web ya que, según ella misma admite, su manera de comportarse la hace una "madre terrible". ¿El motivo? No le gusta jugar con sus hijos y no quiere renunciar a sus espacios personales.
via Honey Nine
La mamá en cuestión se autodefinió "egoísta" y "egocéntrica" ya que, a pesar de tener dos hijos, prefiere pasar su tiempo libre sola. No está bien limitar el tiempo de uno únicamente a los hijos, pero admitir irritarse cuando juega con ellos es otro discurso. Esta madre reconoce el hecho de haber sido poco paciente con ellos: "Cuando eran pequeños estaba siempre con ellos, el mayor tiempo posible. Sin embargo, luego me vi irritada por cualquier cosa que hacían". Actualmente parece que la madre los encierra en su habitación a las 20:30 en punto, cada noche, después de la cena, de manera que pueda tener un poco de tiempo libre para poder mirar en paz su serie de televisión y sus películas preferidas. En resumen, desde esa hora en adelante, los niños saben que no deben molestar a su madre.
Un comportamiento que ha sido fuertemente criticado por su hermana, la cual, en cambio, parece ser una excelente madre. Esta última no pierde la ocasión para recordarle a su hermana que cuando se tienen hijos pequeños, necesariamente se tiene mucho menos tiempo para uno mismo. Las horas que se dedican al propio ocio, lamentablemente, se reducen al mínimo; por otro lado, ¡se hacen estos sacrificios por excelentes motivos!
Esta madre sabe que tiene que cambiar de comportamiento, también porque admite que no quiere ser etiquetada como "mala madre", mientras el papá de los pequeños siempre es visto como el "padre divertido". No estamos seguros que estas sean las mejores condiciones para cambiar la filosofía del pensamiento, pero el hecho de reconocer que tiene que cambiar ya es un paso hacia adelante para esta madre.