Dos pequeños amigos se abrazan después de 3 años en los que vivieron separados: una escena que reconforta el corazón (+VIDEO)
Muchas veces la distancia pone a prueba incluso las relaciones y los vínculos más fuertes, sobre todo cuando nos mudamos de una ciudad a otra por un tiempo indeterminado. Afortunadamente, las verdaderas amistades resisten ante cualquier dificultad, enfrentando la distancia como un simple problema logístico y haciendo del reencuentro un evento aún más especial e intenso. Aquí, de hecho, la historia de Owen y Stevie, dos pequeños e inseparables amigos del corazón que, un buen día, fueron separados por más de 400 kilómetros de distancia.
No ver a una persona que amas durante mucho tiempo puede poner a prueba una relación, sin embargo, las verdaderas amistades se revelan durante los momentos difíciles. Dos pequeños amigos, Owen y Stevie, tuvieron que enfrentar un momento difícil dado que de un día para el otro su amistad se redujo a un intercambio de llamadas a 400 kilómetros de distancia. Los dos mejores amigos se conocieron hace varios años en la escuela primaria del barrio, en la ciudad de Chicago. Después de algunas charlas, los dos se volvieron inseparables de inmediato, tanto que pasaban todas las tardes juntos. Aparentemente, nada podría haberlos separado, excepto una mudanza...
Cuando la familia del pequeño Owen comenzó a tener dificultades económicas, rápidamente fue evidente que regresarían a su ciudad natal en Missouri. Una decisión difícil, que les costó a los dos pequeños un abrazo infinito.
Sin embargo, a pesar de haber puesto a prueba su amistad, Owen y Stevie estaban decididos a alimentar su relación a distancia. Aunque no fue fácil abandonar los viejos hábitos y no poder verse en las tardes, los dos de todas maneras encontraron la manera de superar tres largos años de distancia gracias a las videollamadas y a los juegos online. Un día, sin embargo, la buena noticia: el papá de Owen debía regresar a Chicago por un viaje de negocios. Naturalmente, las familias de los dos pequeños, inmediatamente aprovecharon la ocasión irrepetible para reunirse nuevamente, haciéndoles una sorpresa a los dos pequeños amigos.
Finalmente, ¡llegó el gran día! Stevie no sabía en lo más mínimo que pronto volvería a ver a su amigo del corazón.
Esperando a Stevie en Chicago estaba Owen, también él inconsciente de la sorpresa que recibiría dentro de poco. Después de salir de la escuela anticipadamente sin saber el motivo, la madre lo acompañó hasta un auto largo gris, vagamente familiar. Stevie se acercó curioso a la puerta del coche, que se abrió en medio segundo. Sentado en el asiento trasero estaba su mejor amigo. Stevie no podía hablar de la emoción, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
"¡¿Qué haces tú aquí?!", exclamó Stevi antes de estallar en lágrimas de la alegría. "No imaginas lo feliz que estoy de verte, en la escuela las cosas ya no son las mismas sin ti", concluye el pequeño. Owen, también él visiblemente emocionado, respondió que también para él se trataba de una sorpresa y que estaba en la cima del mundo por este inmenso regalo de sus padres. "Me siento como si estuviera soñando", dijo luego Stevie. Los dos, sin perder un segundo, finalmente intercambiaron un largo abrazo, después de tres años de larga ausencia y ambos se consolaron mutuamente mientras una amiga de los dos de Chicago capturaba el momento grabando las imágenes emocionantes.
Después de todo es verdad, ¡quien encuentra un amigo encuentra un tesoro y estos dos inseparables compañeros de clase lo saben bien! Una grabación que nos calienta el corazón y nos recuerda lo importante que son nuestras amistades...
