El camarero nota que un hombre tiene dificultades para comer solo y se ofrece a ayudarlo personalmente
Un inesperado gesto de amabilidad podría cambiar el día de una persona o podría hasta incluso ayudarla a bajar un poco la guardia y finalmente, llevarla a confiar en los demás. Seamos realistas, quién está en dificultades no siempre está dispuesto a pedir ayuda, pero sabe seguramente apreciar un gesto desinteresado que pueda ayudarlo. También Lee Bondurant, un hombre de Raleigh, en Carolina del Norte (EEUU), pudo constatarlo. El hombre sufre de parálisis cerebral, una condición médica que le causa algunas dificultades para usar las extremidades superiores. Una noche fue a cenar con su madre y un camarero, viendo su dificultad para comer, se ofreció de ayuda. Una ayuda que Lee, por lo general, habría rechazado, pero que esta vez le permitió bajar la guardia y confiar.
Lee había ido con su madre al restaurante "42nd St. Oyster Bar" en Raleigh para disfrutar de una hermosa cena, a pesar de sus dificultades motoras. La madre, naturalmente, lo ayudó a comer, mientras ella misma comía, pero la velada tomó un buen giro cuando uno de los camareros se ofreció a tomar un descanso y ayudar a Lee a comer las ostras.
La madre de Lee contó el hermoso momento con estas palabras: "El camarero se acercó casualmente y le preguntó a Lee si alguna vez había comido ostras. Lee le dijo que nunca las había probado, entonces el camarero le preguntó si podía servirle. Lee no se avergonzó para nada y ha sido un hermoso momento".
Lee prefiere hacer cualquier cosa solo, pero esta vez no se echó atrás frente a la amabilidad del camarero. El acto desinteresado de este último es lo que convenció a la madre de Lee a compartir la historia en Facebook. La mujer comentó: "Díganme que quedaron otras personas así en nuestro país". Lee y el camarrero, además, se encontraron nuevamente, casi un mes después, en el mismo restaurante, para el cumpleaños de Lee.