Niña de 9 años salva a los padres de una intoxicación desbloqueando el teléfono del padre en el último segundo
La madre se había desmayado y junto a ella, el padre no podía moverse. Entonces una niña de nueve años, Jayline Barbosa Brandao, tomó el celular e intentó llamar a los servicios de emergencia. Sin embargo, lamentablemente, el teléfono estaba bloqueado. Entonces, Jayline utilizó el reconocimiento facial del aparato colocándolo precisamente sobre el rostro del padre ya en estado semi-consciente. De esta manera logró poner en marcha el auto de los servicios de emergencia para salvar a toda su familia que se estaba ahogando por una fuga de monóxido de carbono en la casa.
via Fox News/YouTube
Debido a las repetidas tormentas en Nueva Inglaterra, en el norte de los Estados Unidos, muchas familias utilizan generadores eléctricos autónomos. De esta manera pueden todavía utilizar la energía eléctrica también cuando la red general es bloqueada debido a los tifones. Sin embargo, estos instrumentos corren el riesgo de generar, si están rotos o defectuosos, monóxido de carbono. Se trata de un gas inodoro e insípido pero con efectos letales inmediatos. Quienes respiran en un espacio cerrado el monóxido de carbono, corren el riesgo de perder los sentidos y correr un gran riesgo en un lapso de poco tiempo.
Es lo que le sucedió a la familia Barbosa Brandao de Brockton, Massachusetts. Aquí la hija de nueve años Jayline Barbosa Brandao escuchó a su padre gritar y vio a su madre tumbada, inmóvil e inconsciente, desmayada por haber respirado demasiado monóxido de carbono proveniente del generador. Entonces inmediatamente tomó el celular de su padre y marcó los números de los servicios de emergencia, para encontrar que el teléfono estaba bloqueado.
A pesar de la gravedad de la situación, la pequeña no se dejó tomar por el pánico. Utilizó el reconocimiento facial metiéndolo sobre el rostro del hombre desmayado en el piso en una situación realmente desesperante. "No podía moverme" dijo el señor Barbosa Brandao "y todo se estaba desvaneciendo frente a mis ojos. Sentía un gran sensación de impotencia y de debilidad al mismo tiempo. Cierto si no hubiera estado Jayline..."
La niña logró desbloquear el teclado y llamó al número de emergencias. Rápidamente explicó lo que estaba sucediendo y cuál era la dirección a la que había que dirigirse inmediatamente. Y así marchó el auto de los servicios de emergencia y la carrera contrarreloj de los médicos los cuales, al darse cuenta de la situación, ya habían preparado las máscaras de oxígeno para los primeros auxilios.
Hoy la jovencita es celebrada con razón como una pequeña heroína: habría tomado poco tiempo para que la situación se volviera una tragedia para toda la familia, ¡pero afortunadamente todo lo que está bien termina bien!