El maquillaje esencial y elegante de las mujeres de los años '40 nos enseña que también con poco se puede hacer mucho
¿Les gusta maquillarse? Hoy, a estas alturas, hay muchas opciones para elegir donde encontrar los mejores maquillajes en base también a las exigencias económicas de cada uno, pero no ha sido siempre tan fácil dedicarse al cuidado propio. Si bien las estrellas de Hollywood siempre han dictado los cánones de un cierto tipo de moda y de estilo en el transcurso de los primeros años del Novecientos, los años '40 están entre los más particulares, también porque encontrar la materia prima no era para nada fácil. Se trató de una década marcada por el segundo conflicto mundial, un periodo, entonces, en donde los estilos de vida, hábitos y costumbres de las personas cambiaron radicalmente debido a esta fuerte influencia negativa. A pesar de carecer del tiempo y el espíritu correcto para "quedar bellas", las mujeres de esa época nunca dejaron de lado por completo sus deseos de elegancia, siendo muy ingeniosas. El maquillaje de estos años, de hecho, puede definirse "casero", en el sentido que donde no llegaban las materias primas, se inventaba algo para arreglárselas.
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La actriz Gene Tierney fotografiada en Nueva York en 1944, un verdadero modelo de estilo y elegancia
El maquillaje de los años '40 es sencillo y esencial, pero también extremadamente elegante. No importa si la guerra les había privado a las personas los aspectos más esenciales de la vida humana, las mujeres de los años '40 nos enseñan cómo la creatividad es la clave de la elegancia y del cuidado propio, para afrontar cualquier circunstancia. Así es, entonces, cómo las mujeres de esa época se las arreglaban cuando se trataba de peinarse y ponerse bellas. ¡Veamos cómo!
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A menudo los maquillajes eran reemplazados por productos caseros o simplemente, por lo que había en casa al alcance de las manos. Las sombras oscuras y negras, por ejemplo, se obtenían de los residuos fuliginosos de las velas, mientras que para la máscara se optaba por el corcho quemado con vaselina. ¿Pero cuál era el estilo de esta época que nos parece tan lejana, pero que puede enseñarnos aún tanto? En primer lugar, las cejas ya no se adelgazaban y se pintaban como en las épocas anteriores, pero se dejaban con un espesor mayor y resultaban voluminosas. Naturalmente, siempre estaban peinadas y cuidadas como una parte muy importante del maquillaje de la época. En el rostro, se aplicaba un poco de polvo claro para aclarar la piel del rostro y en los ojos un poquito de rímel para intensificar la mirada; la sombra de ojos siempre era utilizada suave y ligeramente. Para crear un efecto de rubor en las mejillas se podía optar, por ejemplo, por la remolacha roja, famosa por su típico color brillante que podía hasta teñir los tejidos.
El verdadero punto focal del maquillaje de estos años fueron los labios y el color favorito para pintarlos es, naturalmente, el rojo, símbolo de fuerza, resistencia y renacimiento. Un rojo que podía ser opaco o lúcido gracias al uso de la glicerina, el primer verdadero prototipo de brillo. La forma de los labios se dibujaba antes con un lápiz y luego se rellenaba con el color, y era rigurosamente con la forma de corazón. El cabello se usaba largo o corto, pero se preferían los rizos, sobre todo en el cabello largo, que se peinaban para luego dejarlos caer suavemente sobre los hombros creando ese típico efecto ondulado.
En definitiva, se trató de una década en donde, a pesar de todas las dificultades ligadas a la guerra, las mujeres no se desanimaron y han contribuido a la realización de un maquillaje sencillo pero muy elegante. Luego, pensaron los años '50 en revolver las aguas, con bases de colores y el desarrollo de la industria cosmética. No nos olvidemos que estos años tan lejanos a nosotros son, en realidad, una constante fuente de inspiración para la moda de hoy y un ejemplo para todos: ¡con poco, se puede hacer mucho!