"Las calificaciones en la escuela no importan": una madre prefiere que el hijo trate bien a los demás en lugar de ser un nerd
Hay quienes crían a sus hijos con la convicción que la educación hacia los demás debe suceder ante todo dentro de la familia, quienes en cambio están seguros que para una buena educación se necesita el aporte y la importancia de un buen sistema escolar. ¿Ustedes padres de qué lado estarían? Porque hoy queremos dejarles el testimonio de una madre fuertemente convencida de que su hijo no puede ser necesariamente definido por sus calificaciones escolares, para ella es mucho más importante que su hijo sea generoso y respetuoso con él mismo y los demás.
via Sprinkles in my Closet with Jenn Kish
Esto es lo que contó la madre Jenn Kish en una publicación de Facebook que se viralizó en poco tiempo: "Hoy hice los deberes de matemática junto a mi hijo de 10 años. Le tomó casi una hora y usó cuatro hojas de papel. Resolvió cada problema con intensa concentración, y luego, con un respiro profundo, hizo que lo controle. Rápidamente verifiqué su examen y calculé su puntaje. Es un 89 le dije, 'Esto es una B'. Inmediatamente, sus ojos se llenaron de lágrimas. Había hecho su mejor trabajo, dio su mayor esfuerzo, y todavía estaba a la altura. Miré a mi hijo, luego a la hoja, y la rompí por la mitad.
Jenn Kish continuó: "Mi hijo es fantástico en la cocina. Puede cocinar una comida para toda la familia sin sudar. Mi hijo es increíble en arreglar las cosas. Usa las herramientas como un hábil artesano. Mi hijo es un miembro fundador del equipo de debate madre/hijo (¡lo acabo de inventar yo!). Puede persuadirme para que haga cosas que nunca pensé que quisiera hacer. Mi hijo NO está definido por su tarea de matemática.
Cuando arranqué esa hoja, lo miré a mi hijo a los ojos y le dije cómo lo vi dar lo mejor de sí mismo, como consideraba cada problema y lo controlaba hasta que no sentía que estaba completo. Lo vi borrar y reelaborar problemas de los que no estaba seguro. Lo vi dedicar cada pequeño esfuerzo de su pequeño cuerpo en esa tarea, y le dije que nunca me había sentido tan orgullosa de él. Los niños son mucho más que una calificación de los deberes, son mucho más que su nivel de lectura, son mucho más de la manera en la que intentamos moldearlos.
La escuela es importante, la educación es importante, pero no es lo más importante. Estoy más interesada en cómo trata a los demás, en su nivel de integridad, estoy más interesada en su capacidad de aprender a usar sus talentos para ganar dinero para su familia. Estoy mucho más interesada en la persona que estamos construyendo que en las divisiones de matemática. Nuestros hijos deberían tener la oportunidad de mostrarnos dónde se destacan, sobre todo en la escuela primaria.
Quedé impactada de la presión que sentía por hacer bien esa tarea. Nunca hubiera imaginado las lágrimas de desilusión que le caerían. Admiro su ambición y sus ganas de hacer todo bien.
¡Nunca estuve tan orgullosa de un 89 en una tarea de matemática!"
¿Qué piensan de las palabras de esta madre? ¿Están de acuerdo con ella o difieren con ella? ¡Hágannos saber en los comentarios!