Ningún pasajero se mueve para que suba al autobús un hombre en silla de ruedas: el conductor los hace bajar a todos
Enfrentarse al mundo desde una silla de ruedas no es algo sencillo, sobre todo porque la mayoría de las grandes ciudades carecen de las infraestructuras que les permite a quienes están en una silla de ruedas, a moverse con facilidad. Un alto porcentaje de personas discapacitadas que usan la silla de ruedas dijo tener particulares dificultades con los transportes públicos, notoriamente mal equipados para los ciudadanos con exigencias especiales. El problema, a menudo, es que hasta cuando el autobús está equipado con una plataforma no se logra resolver el problema, porque, quizás, el conductor no sabe cómo se activa. Otras veces, en cambio, es la indiferencia de las personas que nos deja sin palabras. El testimonio de François Le Berre, un hombre discapacitado que esperaba su autobús en la parada, nos habla precisamente de esta indiferencia.
via Facebook / François Le Berre
François Le Berre estaba esperando el autobús en la parada, sobre una silla de ruedas, en su ciudad: París. Las expectativas son casi siempre considerables a la hora de esperar el transporte público y la frustración se vuelve cada vez mayor cuando, a la llegada del codiciado vehículo, no se puede ni siquiera subir debido al elevado número de pasajeros que hay en su interior. Cuando el autobús de François llegó a la parada, ninguno de los pasajeros hizo nada para crear un poco de espacio para su silla de ruedas. Después de algunos minutos en los que nadie se dignó a mover ni un dedo para ayudar al hombre y a su acompañante, François pensó que debería esperar el próximo autobús.
François acababa de perder las esperanzas, no lograría subir a ese autobús, cuando el conductor se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. El hombre se levantó de su lugar y gritó: "¡Recorrido terminado! ¡Todos abajo!". Los pasajeros asombrados tuvieron que bajar del autobús, cumpliendo con la solicitud del conductor que amenazaba con no partir. El conductor luego fue hasta François y le dijo: "Tú y quien te acompaña pueden subir. Todos los demás: ¡esperarán el próximo autobús!". En definitiva, el conductor le dio una hermosa lección de civilización a un completo autobús lleno de personas maleducadas.
François informó su testimonio en Facebook, diciendo que se rió mucho ese día. Desde cuando publicó su publicación, las personas en todo el mundo no dejaron nunca de elogiar al conductor del autobús y desearle lo mejor a François. ¡Algunos hasta incluso instaron al presidente francés a honrar la acción del conductor!
Seguramente, el conductor del autobús les envió un gran mensaje a todos aquellos pasajeros poco educados: ¡esperamos que lo hayan recibido!
