Adopta a 4 niños de un color de piel diferente al suyo: "No importa lo que me dicen, yo soy su madre"
Para todas esas familias que han tenido la posibilidad y la bendición de poder adoptar uno o más niños en dificultad en busca de calidez y cariño, les decimos gracias. Ya sean madres o padres solteros o una pareja que no podía tener hijos biológicos, les han regalado un sueño a estos niños que han vivido una infancia y una adolescencia difícil, haciéndolos sentir realmente lo que significa estar rodeados del amor de una familia. La historia de Ashley Dorsey entra precisamente en este contexto.
Ashley es una mujer altruista que en su vida decidió adoptar a cuatro niños y darles la posibilidad de afecto y amor que merecían desde hace tiempo. Aquí con sus palabras de su extraordinario viaje personal como madre: "Mi viaje de adopción comenzó cuando tenía 28 años. Mi mejor amiga de la secundaria tenía problemas económicos y me pidió que cuide a sus dos hijos que en ese momento tenían 6 y 10 años. Los llamaré Shadow y Sidekick. Vinieron a vivir conmigo, y así me convertí en madre a tiempo completo. Nuestra dinámica familiar cambió de repente y ahora me convertí en su figura materna a tiempo completo. Después de unos casi 3 meses, estaba aterrorizada que fueran colocados en hogares de acogida, entonces mi pareja y yo hemos analizado lo que debía hacer para convertirme en un padre adoptivo oficial para estos dos chicos que amaba tanto.
Mi pareja y yo hemos decidido tomar clases para padres adoptivos y comenzamos y terminamos las clases en dos meses. Nuestro perfil familiar fue registrado y sabíamos que la etnia o el color de la piel no importaba. Sidekick era el hermano mayor y nos daba mucho trabajo. Era un protector y un gran oso de peluche. Mientras esperábamos la solicitud de adopción, mi amiga se sintió preparada para el regreso a su hogar de sus hijos; Shadow quería regresar a su casa, mientras que Dekick decidió permanecer con nosotros, visitando a su madre y a su hermano los fines de semana.
El viernes 20 de enero del 2017, alrededor de las 16:00, llegó un mensaje de nuestro especialista de las licencias adoptivas. Era una niña de 2 años que vivía con un miembro de la familia fuera del estado, pero el caso fue enviado de regreso a Florida. Estaba en cuidado de crianza desde cuando tenía 10 meses. Vivía con un miembro de la familia, pero no funcionaba. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer, estaba tan nerviosa, pero al final de una larga semana laboral, finalmente a las 2 de la mañana hemos escuchado tocar la puerta y estaba allí, abrigada y dormida.
Lloré durante una hora y mi ex la meció hasta que logró dormirse. Tenía miedo, mucho miedo. Me preguntaba si sabía hablar, si había sido educada para ir al baño, no sabía nada. Le pregunté si quería el desayuno y le preparé cereales. No comió nada y yo estaba un poco preocupada. Puse una película y ella comenzó a hablar. Habló, habló mucho y no se detuvo. Era dulce, hermosa, era "la Bella Durmiente". Subimos al auto y ella inmediatamente me preguntó si estábamos yendo a Walmart. Le dije que no, pero le pregunté si le gustaba Walmart. ¡Ella me dijo que sí! Me gusta Walmart. Entonces fuimos de compras y esperaba que mientras estaba en el supermercado habría visto algo que quisiera comer. Aquí me tienen, una madre negra con una niña blanca en el negocio de alimentos que busca encontrar algo para comer, y todos nos miraban, pero a mi no me importaba nada..."
Después de leer su expediente, descubrí que tenía dos hermanos. Les pedí que los trasladaran con nosotros para unirse a ella. Y así fue, a pesar de que sabíamos que sería solamente una situación temporal y que tenía a estos niños solamente en adopción provisoria, pronto regresarían con sus familias. La primera visita con ellos estuvo bien y establecí una relación con sus padres, enviándoles e-mails e incluso encontrándome con la familia alargada en el camino. En febrero veíamos cada vez menos a sus padres en las visitas y comenzaron a dejar de hacer cosas que deberían haber hecho para que sus hijos pudieran ser devueltos sanos y salvos. Se hizo muy evidente que el mayor estaba muy disgustado con sus hermanos, parecía despegado de ellos, quería regresar a la casa de sus padres reales. Todo esto lamentablemente no sucedió, pero al final logré adoptar a la "Bella Durmiente" y a Boss, su hermano mayor.
Finalmente tenían mi apellido, eran mis hijos en todos los aspectos según la ley y no tenía absolutamente idea que el destino había jugado nuevamente un rol fundamental. Un día, el departamento infantil y la familia me dice que la hermana biológica de mis últimos dos hijos adoptivos había nacido hacía un día y buscaba un hogar, ¡y yo dije inmediatamente que sí! Ahora soy madre de cuatro niños de un color diferente al mio, pero no me importa si no nacieron de mi vientre: ¡Soy su madre, en todos los aspectos!"
Una historia extraordinaria, ¿no lo creen?
