Camina bajo la nieve para ir a una entrevista de trabajo: un hombre lo ve y le ofrece trabajo
A veces, la vida es capaz de regalarnos momentos de gran emoción, momentos aparentemente arbitrarios que tienen la capacidad de cambiarnos la vida para siempre, para mejor. En estas situaciones tan fortuitas, al final uno de los protagonistas infaltables es siempre el gran corazón de una persona generosa, que no lo piensa dos veces antes de dar una mano a otra persona que se encuentra en dificultades. Como le sucedió a Art Bouvier, un dueño de un restaurante en el estado de Indiana que le ha cambiado para siempre la vida a un joven en dificultades ...
via Daily Mail UK
Teles/Wikimedia - Not The Actual Photo
Art Bouvier maneja un restaurante muy popular en el estado federal de Indiana, y sabe muy bien que en esa zona geográfica los inviernos pueden ser muy rígidos pero sobre todo muy, muy nevosos. De hecho, precisamente en uno de estos días tan glaciales en el que las calles estaban completamente cubiertas por un manto de nieve, el hombre vio a un joven caminar hacia él y pidiéndole indicaciones de las calles. Art le respondió que el punto donde tenía que llegar era muy lejos caminando, y que era aconsejable tomar el autobús. El joven, en respuesta, le agradeció por las indicaciones y siguió caminando sobre la calle nevada y helada.
Luego de algunos minutos, Art vio nuevamente al joven que seguía por su camino, entonces decidió llevarlo y entender hacia dónde estaba yendo con ese tiempo metereológico tan malo ...
Hablando un poco con él, Art descubrió que el joven en dificultades se llamaba Jhaquiel y estaba yendo a una entrevista de trabajo: "Jhaquiel estaba caminando con la nieve que caía sobre las calles para ir a una entrevista de trabajo para un potencial (pero no garantizado) trabajo por un salario mínimo. Con este tiempo y caminando, porque no podía pagarse un boleto de autobús. En realidad había planificado bien su tiempo y para la entrevista le faltaban aún dos horas. , entonces le di dinero para comprar el almuerzo. Aún no lo sabe, ¡pero tengo la intención de darle una mano y contratarlo en mi restaurante! "
Cuando el pobre joven se enteró de este extraordinario acto de generosidad, solo pudo agradecerle de por vida a Art Bouvier, un hombre amable que no pensó dos veces y le ofreció un verdadero y bien remunerado trabajo, sin pedirle nada a cambio. Ahora Jhaquiel trabaja de forma permanente en el restaurante de Art, feliz como nunca antes por haber encontrado un trabajo pero también un amigo de confianza.
¡Estas sí que son las historias con final feliz que queremos escuchar y leer!