Una madre desesperada lanza desde el balcón a su hijo de 3 años para salvarlo de un incendio y un joven lo atrapa
A veces, nos encontramos siendo héroes sin ni siquiera darnos cuenta. En caso de incidentes es importante actuar con rapidez, a pesar de que no todos poseen esa agilidad mental de espíritu que lleva a tomar decisiones en pocas fracciones de segundos. Phillip Blank se encontró por casualidad en el lugar de un incendio y sin pensarlo demasiado usó sus habilidades como ex receptor de fútbol y le salvó la vida a un niño de 3 años. La escena fue capturada por otros testigos y muestra todo el drama del momento: una madre desesperada tuvo que lanzar del tercer piso a su hijo de 3 años, para salvarlo de las llamas que estaban envolviendo al departamento. Afortunadamente, el joven Philip estaba allí para atraparlo.
Philip es el joven de la izquierda
Ese maldito día, Philip Blanks había escuchado la conmoción fuera de su casa y salió para verificar la situación. Esperaba, quizás, encontrarse en el medio de una pelea, pero la realidad era bien diferente: había estallado un incendio en el tercer piso de un departamento cercano. Se escuchaban los gritos de las personas y sobre todo, de una madre desesperada que debía poner al seguro a su hijo de 3 años a toda costa. Ninguna madre debería verse obligada a hacer gestos extremos con sus hijos, pero esta señora tuvo que decidir en pocos segundos qué hacer y decidió lanzar a su hijo del tercer piso para salvarlo de las llamas. Philip Blanks, el joven de veintiocho años que había recién salido de su casa para verificar lo que estaba pasando, se lanzó en dirección al chico y precisamente como haría un ex jugador de football, atrapó al pequeño salvándole la vida. Este agarre ha sido seguramente el más importante de toda su carrera, de hecho, ¡el de toda su vida!
Todo sucedió en pocos segundos e incluso antes de poder procesar lo sucedido, Philip estaba sosteniendo en sus brazos a un niño aterrorizado. Como ya mencionamos, Philip jugaba al fútbol en una universidad de California; posteriormente también prestó servicio en la Infantería Marina. Hoy trabaja en el sector de seguridad, que se adapta muy bien a su personalidad: "En mi familia he sido criado para ayudar a los demás" dice el joven, que ciertamente no se esperaba convertirse en un héroe local. Además del niño, también fue salvada su hermana mayor, una niña de ocho años, por otro transeúnte, D'Artagnan Alexander, de 42 años, que corrió hacia el edificio en llamas.
Blanks, de todas maneras, no se definiría un héroe: "Solamente hice lo que debía hacer en ese momento". Quizás, son precisamente estos los héroes, ¿no lo creen?
