Antes era un vagabundo, ahora abrió una pastelería que da trabajo a quienes lo necesitan
La vida no es de ninguna manera un camino fácil de afrontar; en cada paso que hagamos, habrán siempre obstáculos a lo largo de nuestra vida, montañas aparentemente insuperables de escalar, dolores y tristezas para mantener a raya. La verdad es que cada ser humano tiene dentro suyo una fuerza interior tal que puede subvertir estos obstáculos y puede transformar su propia vida de un mar de tristeza en una gran oportunidad. No hay nada mejor que una segunda ocasión y esto lo sabe muy bien Janie Deegan, la protagonista de esta hermosa historia de redención.
via Fox 5 News
Esta joven voluntariosa pasó 20 años de su vida sin hogar, y como si no fuera suficiente tuvo también problemas con adicciones al alcohol, pero un día decidió que había llegado el momento de cambiar de vida: "Era prácticamente el caparazón de una persona cuando finalmente me volví sobria y no podía ni siquiera mirar a las personas a los ojos. No tenía ninguna habilidad en la vida ni currículum para encontrar un trabajo. Me sentía tan insegura".
Sin embargo, algo Janie sabía hacer bien desde pequeña: amaba cocinar galletas y postres horneados, entonces comenzó a meterse nuevamente en la cocina para intentar recuperar su propia vida y para hacer el bien a los demás, más allá que a si misma. Inicialmente, la joven comenzó a trabajar como pastelera en su departamento, luego hizo de todas las formas que se corriera la voz a amigos, familiares y simples conocidos que luego se convirtieron en clientes habituales, hasta llegar al 2017, cuando Janie encontró un local perfecto para abrir su pastelería, y desde allí no se detuvo.
Los productos horneados de Janie's que cambian la vida en el Upper West Side de Nueva York son ahora un horno mágico porque les da una segunda oportunidad a todas las personas que buscan desesperadamente un trabajo pero no logran encontrarlo; entusiasmo y voluntad de trabajar duro son los únicos requisitos para entrar a formar parte del equipo: "Debes sólo cruzar la puerta y estar preparado, dispuesto, capaz y entusiasta para presentarte y trabajar, y entonces es allí que finalmente tendrás un puesto de trabajo. ¡Deben estar entusiasmados de estar aquí"
La pastelería de Janie Deegan se convirtió así en el lugar de las segundas oportunidades para todas esas personas que buscan una en sus vidas; después de todo, también esta joven tuvo el regalo de la segunda oportunidad, tocar fondo y comenzar desde cero con resultados extraordinarios, ¡sólo debemos aprender de su extraordinaria lección de vida!