Encuentra a su hija después de treinta años de búsqueda: había sido dada en adopción por su ex pareja
Algunas veces la vida nos pone frente a decisiones aterradoras, decisiones que nunca quisiéramos tomar pero que al mismo tiempo parecen en ese momento tan necesarias. Una decisión tan importante y al mismo tiempo tan dolorosa la vivió a flor de piel Jim Mcaskill, un hombre que vive en los Estados Unidos que, cuando descubrió que su novia de ese momento había quedado embarazada de repente a los 15 años, estaba convencida de "deshacerse" del bebé y darlo en adopción..
En ese momento, cuando su novia de ese momento estaba en la dulce espera, Jim no podía hacer casi nada al respecto; a pesar de que se sentía preparado para ser padre, su pareja no quería absolutamente tener al niño y entonces decidió darlo en adopción, sin el consentimiento del mismo Jim, obligado a darle el último saludo a su hija Devon durante tan solo 10 minutos antes de ser confiada al sistema de adopción estadounidense: "Una enfermera me llevó a una habitación, me puso una bata y me llevó con Devon. Debían ver cómo me veía con sus ojitos, parecía quererme decir algo."
Esa ha sido la última vez en treinta años que Jim ha visto a su legítima hija, pero no sin antes pedir prestadas unas letras impresas en su collar, con la promesa de que tarde o temprano las devolvería.
Pasaron los años, las décadas, Jim a pesar de todo no hacía otra cosa que pensar en ella, le escribía cartas sin destinatarios para cada cumpleaños de Devon, para cada Navidad, con la esperanza de abrazarla algún día nuevamente. Para hacer esto Jim acudió durante décadas a agencias de adopciones en los Estados Unidos y hasta incluso en Canadá; y ha sido precisamente gracias a la preciosa ayuda de estas agencias que Jim un día abrió un perfil de esa tal Nicole Stefanick en Facebook e hizo un descubrimiento impactante: esa joven rubia era el vivo retrato de su ex pareja de la secundaria; ¿podría ser su Devon?
Al final, hubo un fatídico encuentro con Nicole donde Jim le reveló que era su padre que la estaba buscando desde hace más de treinta años; el abrazo entre los dos ha sido largo y conmovedor y ahora se reunieron como se debe. Piensen que para honrar todo el amor que Jim le había derramado a ella durante esas décadas, ahora Nicole usa la pulsera con las letras de su nombre en su muñeca para celebrar a su padre encontrado, el mismo que Jim había conservado y que había prometido que lo devolvería un día a su legítima hija.
Una historia increíble y conmovedora, ¿no lo creen?