Anciana se siente sola y llama al número de la policía: "Solamente quiero hablar un poco"

por Patricia Zorzenon

30 Diciembre 2021

Anciana se siente sola y llama al número de la policía: "Solamente quiero hablar un poco"
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Si hay algo verdaderamente valioso en la vida es la enseñanza que nos logran dar las personas que nos han visto nacer, crecer, convertirnos en adultos; nos referimos obviamente a las lecciones que nos han dado con los años mamá, papá y nuestros abuelos. Sobre todo los abuelos son considerados por muchos nietos como verdaderos "segundos padres", lástima que luego con los años que pasan y con hijos y nietos que crecen, nuestros queridos jefes de familia más ancianos terminan quedándose solos y sufriendo mucho de la soledad...

via Ansa

Pxhere/Not The Actual Photo

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¿Cuántas veces hemos escuchado historias de abuelas o de abuelos abandonados en su destino por sus hijos y nietos adultos que a su vez han formado una familia y han abandonado su ciudad de origen? Lamentablemente, el problema social de la soledad de nuestros ancianos es una enorme tragedia que debe ser resuelto lo más pronto posible y debe ser comprendido y no subestimado. Tomen por ejemplo a esta abuelita de 80 años en el Norte de Italia, que, tomada por el sufrimiento interior de la soledad, llamó al 112 (el número para contactarse con la policía, los oficiales locales) y les dijo que no estaba bien de salud y que se sentía muy sola.

Pronto, una patrulla enviada por la policía llega a la casa de la mujer y se da cuenta de cuál era su deseo en ese momento: simplemente hablar con alguien, no estar sola en su casa, no tener continuamente la sensación de estar abandonada...

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Natalia Rivera/Wikimedia - Not The Actual Photo

Natalia Rivera/Wikimedia - Not The Actual Photo

Durante algunas horas los agentes de la Policía pasaron momentos de convivencia con la mujer de 80 años hablando de esto y aquello y simplemente haciéndole compañía; después se supo que la abuelita italiana tenía hijos pero vivían fuera de la ciudad y lejos de ella, tenía vecinos que la ayudaban en las pequeñas grandes cosas y una cuidadora que la asistía algunas horas al día.

Pero muy probablemente, esta mujer de ochenta años había sentido la soledad durante demasiado tiempo, quizás tenía la sensación de haber sido abandonada por sus hijos, que ya vivían lejos de su casa y buscaba simplemente un poco de consuelo. ¿Cuántas abuelos y cuántos abuelos se encuentran en esta lamentable situación?

¿Qué esperamos para llamarlos con mayor frecuencia o visitarlos cuando podemos?

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