Enfermo, no se puede jubilar: sus compañeros deciden regalarle sus vacaciones
En un mundo que parece cada vez más brutalizado por la indiferencia y la falta de empatía, los raros gestos de amabilidad que se implementan hacia las personas que son menos afortunadas que nosotros hacen realmente la diferencia. Por este motivo la historia que estamos por contarles hoy nos ha enternecido absolutamente el corazón, dándonos nueva confianza en la bondad inherente del ser humano. Un grupo de trabajadores de una empresa les regaló días de sus vacaciones a un colega anciano y enfermo que no podía jubilarse.
via La Repubblica
El hecho con final feliz sucedió en la provincia de la ciudad de Lodi, en el norte de Italia; el protagonista afortunado de esta historia se llama Alfredo Lupi, tiene 64 años aunque lamentablemente tiene una discapacidad cognitiva desde hace tiempo; a pesar del cuadro patológico, Alfredo siguió trabajando en la empresa de Lodi Senna Inox, sin poder obtener una jubilación por vejez. La razón de todo esto es debido al hecho que Alfredo no habría llegado a los 20 años de aportes, sino solamente a 19; en pocas palabras, le faltaba solamente un año para poder disfrutar de su jubilación de vejez.
Sus colegas, que se daban cuenta que mientras tanto el empleado de 64 años cada día que pasaba estaba cada vez más agotado, cansado, y cada vez menos concentrado en el trabajo debido a su discapacidad cognitiva, decidieroon hacerle un regalo espectacular e inolvidable: le regalaron sus vacaciones no gozadas y así se aseguraron que Alfredo Lupi pudiera quedarse en su casa descansando; regalándole sus días de vacaciones, los colegas lograron acumular para él días laborales que luego le vendrían bien cuando se jubile.
ACADEMIA SUPERIOR/Flickr - Not the actual photo
Muchos de los colegas de Alfredo han regalado 15 días, otros 20, muchos hasta incluso un mes, en resumen al final el hombre de 64 años obtuvo como "regalo" 264 días de vacaciones, un número suficiente para poder alcanzar los fatídicos 20 años de aportes y finalmente poder pedir la jubilación por vejez. Ahora Alfredo Lupi no deberá ir más a Senna Inox a trabajar enfermo, sino que podrá finalmente disfrutar de su tan merecida jubilación. Y todo esto gracias a la extraordinaria generosidad de sus colegas.
¡Buen descanso Alfredo!
