Vendedora invita a cenar a un cliente anciano viudo: no quería dejarlo solo en Navidad
La Navidad debería ser un momento de fiesta para pasar con la familia y los amigos, pero que puede convertirse en fuente de tristeza para quienes, lamentablemente, no tienen a ninguno de los dos. Muchas personas ancianas se encuentran solas en Navidad, después de quizás haberlo estado durante todo el año, y esta soledad no hace más que amplificarse durante los días festivos. Se hace difícil ignorar la Navidad, considerando que todas las ciudades son decoradas con cadenas luminosas y el ambiente navideño impregna todas las calles. Personas como Edwin Holmes, un hombre que en ese momento de esta historia tenía 86 años, corren el riesgo de sentirse aún más solos durante las fiestas y es por esto que Ellie Walker, la vendedora de un famoso supermercado inglés, le pidió al hombre cenar juntos durante las fiestas de Navidad.
via The Sun
El señor Edwin vivía justo cerca del supermercado donde trabajaba Ellie Walker, una joven vendedora de 22 años, y muchas veces charlaba con ella y con todos los demás del equipo. Edwin era lo que se puede definir como un cliente habitual. Cuando Ellie se enteró de su historia personal, se sintió en el deber de hacer algo por él. El señor Edwin, de hecho, acababa de enviudar después de muchos años de matrimonio, encontrándose sin familia y sin amigos. Su hija se había mudado a Australia y entonces, no tenía la posibilidad de verla a menudo. El anciano jubilado había sido pintor y decorador de interiores, pero después de todos estos años se sentía muy solo. Ellie sabía que el hombre pasaría la Navidad en soledad, comiendo alguna comida empaquetada, entonces decidió invitarlo ella misma a cenar.
Edwin se presentó con traje y corbata y para no llegar con las manos vacías, le regaló un ramo de flores. Ha sido un momento muy emocionante para Ellie: "Me hizo llorar porque vi lo que significaba ese encuentro para él. Para mi, es la parte más importante de mi trabajo hablar con los clientes y ver como va yendo su día".
Edwin estaba emocionado como un niño el primer día de escuela y le confesó a Ellie ¡que esa era su primera "cita" después de 55 años! Los dos charlaron y pasaron algunas horas juntos cenando. A Ellie le gusta mucho la presencia del señor Edwin, porque lo ve amable y simpático como podría ser su abuelo: "Pensé que si hubiese sido mi abuelo y estuviera solo, habría querido que sea alguien que hablara como él".
Han pasado unos 4 años de ese encuentro y esperamos que Ellie y el señor Edwin todavía se hablen y mantengan viva su amistad.
