No la deja subir al taxi porque está demasiado cansado: la clienta se ofrece a guiar en su lugar
Trabajar cansada quien hace turnos estresantes o es independiente, lo sabe muy bien. Pero lamentablemente, se necesita trabajar para ganarse de vivir lo más dignamente posible y considerando como gira el mundo, muchas personas están obligadas a quedarse a trabajar incluso en edad muy avansada. ¿Como vivir de otro modo?
Cristina Tan es una joven que estaba intentando regresar a la casa por la noche, cuando ha detenido un taxi guidado por un hombre de casi sesenta años particularmente cansado. El hombre claramente le ha dicho que no la dejaría subir a bordo porque no se sentía seguro al conducir: tenía demasiado sueño. Pero la joven, tenía una gran necesidad de volver a la casa, entonces le propuso al taxista un acuerdo irrefutable.
via Newsinfo
Cristina Tan debía realmente volver a casa y cuando finalmente logró detener un taxi, el hombre a la guía se negó a aceptarla como clienta. Parece extraño sentirse ser rechazado como cliente, pero el hombre tenía buenas razones para hacerlo: se sentía en verdad demasiado cansado y no quería poner en peligro la vida de aquella joven muchacha. ¿Qué cosa habría pasado si se hubiera dormido? ¡No podía permitirlo! Entonces Cristina, en vez de sentirse frustrada por ese rechazo, ha comprendido el problema del taxista y le hizo una propuesta: habría guiado ella hasta su casa, mientras él podría descansar sobre el asiento de atrás.
Inicialmente el taxista estaba un poco dudoso sobre el hecho en dejarla guiar, sobre todo porque el auto tenía cambio manual. Pero Cristina no ha tenido ningún problema, tanto que después de poquísimos minutos el taxista se durmió en el asiento, acunado por el movimiento del auto durante el trayecto.
Cristina no solo ha logrado volver a casa, sino que con su acción ha logrado darle una mano al taxista cansado. Hablando con él, la joven ha descubierto que tenía 70 años y trabajaba de taxista desde los años '60; estaba muy cansado, pero tenía que continuar a trabajar para poder sostener a su familia. La joven ha demostrado toda su estima y empatía por este hombre, que cada día, hacía probablemente turnos masacrantes y por eso, siempre tenía mucho sueño.
¡En esta ocasión, el taxista puede de verdad decir que ha encontrado una buena persona!