Familia sin hogar no sabe dónde vivir: una organización de beneficencia le regala una casa
No es una hermosa sensación vivir con una familia numerosa y no tener un techo sobre la cabeza donde vivir, dormir o comer. Lamentablemente, a pesar de que vivimos en una sociedad bastante avanzada, el problema de la pobreza aún está muy difundido y son cientos de miles las familias en todo el mundo que no tienen una casa o un lugar permanente y entonces se conforman con vivir de artimañas y ayudas. La familia protagonista de esta historia emocionante no es menos...
via CBS 6/YouTube
Catherine Scott/Wikimedia - Not The Actual Photo
Esta es la historia de Canitra Thompson, madre de siete hijos que cayó en desgracia por graves problemas económicos y que se vio obligada a vivir sin domicilio fijo junto a sus numerosos hijos; esta situación sumamente precaria la llevó a vivir en habitaciones de hotel utilizadas como cálidos alojamientos temporales para personas y familias sin hogar junto a sus hijos, pasando también el difícil período de las fiestas navideñas de esta manera.
Una situación muy lamentable que sin embargo se resolvió de la mejor manera cuando la familia Thompson fue seleccionada por el programa benéfico Tri-Cities Habitat for Humanity.
Esta asociación benéfica se ocupa de encontrar alojamientos y casas seguras para personas y familias sin hogar y la suerte finalmente le tocó a Canitra Thompson y a sus siete hijos; la mujer contó la emoción finalmente de tener un techo bajo el cual dormir y comer sin la preocupación de encontrar un nuevo alojamiento: "Estuve literalmente bajo estado de shock durante un tiempo. No puedo dejar de sonreír. Estoy tan emocionada, tan feliz. ¡Esto sí que significa festejar la Navidad para mi y para mi familia después de mucho tiempo porque nunca hubiera imaginado que terminaríamos en este programa de beneficiencia!
Sin embargo, la oferta generosa de la asociación sin fines de lucro tiene condiciones bien claras: Canitra, por ejemplo, como sus siete hijos, deberán dedicarles unas 300 horas de trabajo ayudando a construir una nueva casa y luego unas 100 horas ayudando a construir una segunda casa para otra familia necesitada como la de ellos.
Pero todo lo bueno siempre termina bien, y esto también vale finalmente para la familia Thompson: "Finalmente podemos tener una casa, no debemos ir a ningún otro lado", ¡dijo con alegría Canitra!
Y nosotros, como esta madre de siete hijos, ¡estamos tan entusiastas como ella por cómo han resultado las cosas de la mejor manera!
