Niño amable se quita las zapatillas y se las regala a un compañero menos afortunado
Las virtudes como la compasión y la bondad deberían enseñarse no solo en las escuelas, sino también en las casas; ante todo, deberían ser los padres quienes enseñen a sus hijos a que siempre sean empáticos, comprensivos y amables con sus compañeros, pero muchos no confían demasiado en estas palabras porque aún son demasiado impetuosos. Muchos comprenden el valor de estas virtudes cuando se convierten en adultos o cuando es demasiado tarde, otros en cambio saben ponerlas en práctica desde pequeños, convirtiéndose en modelos de comportamiento virtuoso para todos nosotros.
via jonathanpereirabjj/Instagram
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Esta es la tierna historia de un niño llamado Heitor que tuvo el buen corazón de ayudar como pudo a un compañero suyo, dejando asombrados a sus padres y a todos aquellos que estaban presentes en la emocionante escena. Mientras Heitor estaba cenando en un restaurante con su familia en la ciudad brasileña de Araçatuba, en el estado de San Pablo en Brasil, se alejó un momento de la gran mesa y luego regresó informando a todos sobre la decisión que había tomado, dejando momentáneamente a todos sorprendidos. A contar lo que sucedió fue el padre Jonathan Pereira en una publicación muy popular en Instagram.
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En su publicación, Jonathan contó que su hijo Heitor había tenido la emocionante idea de regalarle sus zapatillas a un compañero suyo que en ese momento se encontraba en el mismo restaurante y que no podía comprárselas, "Tengo la intención de regalarle mis zapatillas a un niño, ¡me lo ha dicho Dios!". Obviamente, los padres de Heitor, sorprendidos y al mismo tiempo conmovidos, le respondieron que si realmente lo sentía, podía regalarle sus zapatillas, pero antes debía preguntarle al otro niño si tenía su mismo talle, cuya respuesta fue afirmativa.
En el corto video que ha sido publicado en Instagram por el padre Jonathan Pereira, sue puede claramente ver al pequeño y valiente Heitor que se mueve discretamente hacia el otro niño, se acerca a él y le regala sus zapatillas. Un gesto aparentemente sencillo pero verdaderamente extraordinario para un niño de su edad.
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Además, hoy en día, no es fácil encontrar niños tan empáticos, amables, solidarios y preparados para echar una mano hacia quienes quizás son menos afortunados que ellos; después de haber leído esta tierna historia de solidaridad entre niños, recuerden siempre esto: no es verdad que la nueva generación no está creciendo con los valores del pasado, ¡el pequeño Heitor es la demostración perfecta!