Joven de 21 años transforma una camioneta en una casa usando materiales de reciclaje: no paga el alquiler y ahorra
Pagar por un alquiler hoy en día no es algo trivial, especialmente si uno es joven y no tiene muchos ahorros. Cohabitar es seguramente una solución económica para poder permitirse un poco de independencia, pero encontrar buenos compañeros de cuarto sigue siendo un desafío. Amélise Burr, una joven de 21 años de Cambridge, encontró su personal solución al problema: vivir en una camioneta amueblada con materiales reciclados y...¡no pagar el alquiler! Es cierto, hay otros gastos que no puede evitar, pero nada que ver con las cifras astronómicas que los dueños de una casa solicitan generalmente. Con £7000 en total, la joven logró construir un nido "móvil", económico, donde puede ser independiente. ¡El video que muestra su pequeña casa ha sido visualizado por más de 150.000 usuarios!
via https://www.tiktok.com/@ameina...
La joven estaba viviendo en Francia antes de comenzar con esta aventura, pero regresó a Inglaterra con la pandemia del Covid-19, luego del fallecimiento de su abuela. Esta experiencia le hizo inmediatamente entender que la "vida es demasiado corta" para ser desperdiciada en hacer cosas que no nos satisfacen realmente y así diseñó su casa ideal sobre cuatro ruedas.
Su pequeña casa móvil pareciera tener de todo, desde heladera hasta ducha. Para transformar una camioneta en una especie de mini camper, Amélise utilizó gran parte de materiales de reciclaje. Por ejemplo, para construir la cama tomó una estructura de aluminio de una cama que encontró en la entrada de una casa y luego hizo todo con los palets de madera. Son precisamente los palets los que le dieron una mayor satisfacción en la construcción del ambiente; la joven quería, de hecho, que adentro se respirara un clima de un chalet de montaña.
Inicialmente, el mayor gasto fue comprar una vieja camioneta (£5000), luego, los gastos adicionales llegan hasta ahora a £2000. En definitiva, toda una pequeña inversión si logra aprovechar al máximo su nueva vida en esta casa móvil. Es cierto, al principio se necesita mucho coraje y Amélise parece que lo ha encontrado.
Para aquellos que se sienten "un espíritu libre" y desean liberarse de las obligaciones impuestas por la sociedad, esta solución de vida no está para nada mal. Lo más importante para Amélise es que no tiene que pagarle a nadie un alquiler, pero puede llamarse propietaria de su pequeña casita, ahorrando así mucho dinero a largo plazo.
¿Ustedes qué piensan? ¿Tendrían alguna vez el coraje de cambiar de vida de esta manera?
