"¡Mi suegra no ha invitado ni siquiera a mi madre!": el desahogo de una novia excluída de su propia boda
Cuando se trata de planificar una boda no hay nada sencillo, sin embargo la idea de participar activamente a los preparativos es emocionante para una pareja que está por cumplir su sueño de amor. Un sueño que puede ser debilitado por la presencia de una suegra invasiva. Afortunadamente, no todas las suegras logran apoderarse de la vida de sus hijos y arruinar las relaciones, pero lamentablemente la protagonista de esta historia no ha sido tan afortunada. La mujer contó que se casó con un ritual religioso, sin tener la oportunidad de celebrar con amigos y familiares debido al Covid-19. La idea era de todas formas la de organizar una boda para poder festejar como se debe el tal feliz evento. La mujer, sin embargo, quedó excluída de cualquier elección y hasta incluso, la suegra hizo todo lo posible para que su madre no pudiera asistir a la fiesta.
Desear la presencia de la madre y del padre en la propia boda es bastante común; no invitarlos sería extraño o, en todo caso, resultaría un caso excepcional. La novia, obviamente, deseaba que su madre estuviera presente el día en el que finalmente festejaría su matrimonio, pero la suegra hizo todo lo posible para que su madre no estuviera presente. La madre de la novia, de hecho, vive en otro país y debido a las restricciones impuestas por el Covid-19, no puede viajar tan rápidamente. La suegra se aseguró adelantar la boda de su hijo, impidiendo así que la madre de la novia ni siquiera pudiera asisitr ese día.
Según la novia, el motivo principal por este acto tan mezquino por parte de la suegra radicaría en que su madre no habría podido pagar la mitad de la boda debido a sus dificultades económicas:
"Mi madre no está incluída. Ya que está bloqueada en mi país de origen debido a las restricciones de viajes, no sería capaz de venir el próximo mes y mi suegra insiste en que no quiere esperar. Dijo que la llevará a cenar afuera cuando pueda venir", contó la novia en la web.
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Además de ser un gesto bastante mezquino, lo absurdo de todo este asunto radica en el hecho de que la novia fue excluida de cualquier decisión con respecto a su boda. Ella misma dijo: "No me han incluído en ninguna decisión ya que corresponde a mi suegra, a mi novio y a su hermano discutir y decidir aparentemente".
No hace falta decir que muchos usuarios con sus comentarios quisieron señalar como es absolutamente normal querer que la propia madre esté presente en la boda de uno. En la que está a punto de meterse esta nueva esposa pareciera ser una de esas familias "tóxicas" que quieren tener el control de todo. ¿Ustedes qué piensan?