Vive durante un año entero con una persona escondida en su casa sin darse cuenta
¿Creen en los fantasmas? Muchos piensan seriamente que algunas entidades sobrenaturales de personas que alguna vez estuvieron vidas y ahora ya no, regresan al planeta Tierra para atormentar a los seres humanos con bromas y situaciones un tanto perturbadoras. Objetos de la casa que se mueven o que cambian inexplicablemente de posición, o comida que parece desaparecer de un día para el otro; ¿será obra realmente de fantasmas o de algún ladrón sigiloso e invisible que nos está engañando sin nuestro conocimiento? Una pregunta curiosa que se hizo durante casi un año un hombre de 57 años que vive en Kasuya, Japón.
Este hombre de 57 años que vive en Japón cuenta que se molestó en el útimo año por las desapariciones repentinas de objetos y de comida en su casa; por ejemplo, todo lo que compraba y que guardaba en la heladera a menudo se cambiaba de lugar o desaparecía completamente. Inicialmente el hombre pensaba que era simplemente distraído, pero luego después de un tiempo se dio cuenta de que este extraño fenómeno aparentemente "paranormal" seguía sucediendo: ¿era víctima de un robo inesperado del que él no se daba cuenta?
Cansado de vivir esta curiosa y estresante situación, el inquilino de la casa decidió comprar cámaras de seguridad de nueva generación e instalarlas en la cocina, precisamente delante de la heladera que parecía "tragarse" inexplicablemente la comida que compraba. Las grabaciones de las cámaras de seguridad hablaban claro: había una mujer que todas las noches se escabullía en su casa, tomaba comida de su heladera, la consumía delante de la televisión y luego limpiaba todo por la noche. Pero si era realmente así, ¿dónde diablos se estaba escondiendo en todo ese tiempo esta mujer?
Después de una cuidadosa investigación domiciliaria por parte de la policía, se descubrió que la mujer que se escondía durante más de un año dentro del hombre japonés vivía tranquila en una especie de depósito sobre el armario, espacio suficiente para colocar un colchón y algunas bebidas. La mujer, una vagabunda llamada Tatsuko Horikawa, había logrado introducirse en su casa cuando su legítimo dueño había dejado la puerta de su casa abierta por algunos minutos sin su supervisión.
Cuando a la noche el dueño de la casa dormía tranquilo, ella salía del armario sigilosa, abría la heladera, consumía la comida, miraba la televisión y se bañaba también en su casa. ¿Cómo es posible que el hombre durante casi un año no se dio cuenta de nada? Imposible saberlo, es un hecho que esta absurda historia nos dio ganas de verificar cada rincón de nuestra casa: ¡nunca se sabe!
