Jovencito autista excluido de las fotos de la clase toma "venganza" convirtiéndose en modelo
La discapacidad no debería asustar y al mismo tiempo, no debería impedir a quienes se ven afectados a que realicen sus sueños. El mundo debería, quizás, aprender a ser más tolerante y respetuoso, pero sobre todo debería actualizarse y no dejar solos a aquellos que parecen no saber como afrontar ciertas cuestiones. Gary Aldridge, un hombre de 50 años, no sabía qué hacer con su hijo Alfie, un niño autista que manifestaba agresividad y no podía realizar tareas en grupo. La escuela no lo apoyaba y además, el pequeño había sido excluido de las fotos de la clase. Gracias a una ayuda externa, Alfie cambió de escuela y su personalidad cambió para mejor. Hoy tiene 11 años y no solamente logra relacionarse con los demás niños en las fotos de la clase, sino que se ha convertido en un pequeño modelo "profesional", que no tiene ningún problema en estar del otro lado del objetivo.
via Independent
En su primera escuela primaria, Alfie no podía participar en espectáculos teatrales o ser fotografiado debido a la mala gestión por parte del instituto frente a su discapacidad. La escuela había admitido no ser capaz de manejarlo adecuadamente. Alfie entonces pasó sus primeros dos años de escuela en un ambiente poco amistoso, para gran disgusto de sus padres. A los 6 años, sin embargo, el padre Gary, decidió transferirlo bajo el consejo de un especialista a la Larwood School de Stevenage, en Hertfordshire. Afortunadamente, el cambio ha sido providencial en la educación escolar de Alfie.
Además del gran cambio que le permitió a Alfie estar más cómodo con los demás y participar en funciones, por ejemplo, hubo otro evento importante que marcó, al menos hasta ahora, su destino: un amigo de la familia, actor, John Christian, vio un potencial en el jovencito y les propuso a sus padres llevarlo a una agencia especializada que se ocupa de modelos con discapacidad. Desde ese momento, Alfie descubrió no solamente que se sentía cómodo frente a la cámara de fotos, sino que tenía una verdadera pasión por la carrera de modelo.
Nada mal para un jovencito que había sido excluido de las fotos de la clase por su agresividad, ¿verdad?
"Estar en el set lo relaja realmente: es como si hubiera nacido para hacerlo", comentó entusiasta el padre, que luego agregó: "Por eso cuando descubrimos su verdadera pasión y me di cuenta que estaba mucho más relajado, ha sido un alivio, me pareció como quitarme un peso de mis hombros". El mensaje más importante, sin embargo, es quizás este: "Quiero solo que las personas sepan que las discapacidades no pueden detener los sueños".
"Ser modelo y la actuación lo hicieron crecer mucho, incluso porque también cuando lo rechazan de un trabajo, está aprendiendo a lidiar con eso y no se enoja como lo hubiera hecho en el pasado. Es un joven distinto, pasó de estar siempre enfadado a estar mucho más seguro de si mismo", concluyó el padre orgulloso.