Perro ladra fuerte para llamar la atención y salva a un hombre que se estaba ahogando en las aguas heladas
Los perros son animales extraordinarios, verdaderos ángeles de cuatro patas que no hacen más que hacer que la vida de los seres humanos que los adoptaron sea mucho mejor. Se sabe que un pequeño de cuatro patas en casa mejora el humor del dueño humano, aleja la soledad y la tristeza, porque un perro tiene una gran capacidad que todos tienden a subestimar: amor y cariño incondicional, sin pedir nada a cambio a nadie. Poppy, el pequeño protagonista de esta historia, hizo mucho más que esto, salvó una vida humana, antes de que fuera demasiado tarde...
via BBC News
Poppy es el nombre del perro que salvó la vida de una persona de 50 años que estaba por ahogarse y que si no hubiera sido por la intervención salvadora del ángel de cuatro patas, podría haber tenido un muy mal final. Los dos dueños humanos de Poppy estaban paseando cercal del Millennium Bridge en Gosport, Reino Unido; era de noche y se veía poco, tanto que uno de los dueños del perro llevaba consigo una linterna para mejorar la visibilidad. Cuando estaban cruzando el puente, Poppy comenzó a ladrar muy fuerte, casi como queriendo llamar la atención: el perro de la pequeña había sentido que algo andaba mal por allí.
Cuando Poppy dejó de ladrar, se escuchó una voz a lo lejos de un hombre que pedía ayuda: "Poppy comenzó de repente a ladrar, cuando se detuvo escuché a alguien que pedía ayuda, entonces llamé a la guardia costera", contó la dueña del perro. Antes que llegara la asistencia médica, los dos continuaron buscando el origen del grito de ayuda que parecía venir de las aguas debajo del puenta, pero sin éxito.
Luego de la llegada de la guardia costera, finalmente se encontró a un hombre de 50 años que había quedado pegado con sus brazos a un palo que sostenía al Millennium Bridge de Gosport, probablemente arrojado de su bote debido a las aguas impetuosas del mar helado del invierno de los días pasados; la marea seguramente lo había arrastrado hacia el puente, donde pudo agarrarse y pedir ayuda en vano. Durante más de 30 minutos el hombre había quedado aferrado allí sin que nadie lo escuchara o viera, pero por suerte no era demasiado tarde para la víctima.
Gracias a la nariz de Poppy, los rescatistas sacaron de las aguas heladas al hombre con hipotermia, llevado al hospital pero de todas maneras fuera de peligro. Los dueños del perro estaban asombrados por el olfato y el coraje de su angelito de cuatro patas: estaba en el lugar correcto y en el momento justo, y quién sabe qué hubiera pasado si no hubiera pasado por el puente esa noche junto a sus dueños humanos.!
¡Muy bien Poppy!