Los estudiantes ayudan al portero de la escuela a conseguir una beca para matricularse en la universidad
Con compromiso y tenacidad se pueden lograr objetivos que parecían casi inalcanzables y finalmente, cumplir los sueños que estaban en el cajón. Hay quienes sueñan con cambiar de trabajo, otros con casarse y quienes quieren inscribirse en la universidad: Ozelito Barbosa de Oliveira, de 43 años, es el portero de una escuela brasileña que no tuvo la posibilidad de completar sus estudios hace veinte años, un objetivo que siempre le quedó en el corazón, pero que no ha podido alcanzar hasta ahora. Luego de 20 años, sin embargo, hizo el examen de ingreso para poder estudiar enfermería y para su gran alegría, obtuvo una beca que cubría el 100% de los gastos. Todo esto no hubiera sido posible sin la ayuda de los estudiantes y de los profesores de la escuela en donde trabaja, que lo ayudaron a prepararse mejor.
via G1
La vida no es fácil y lineal para todos, pero reserva sorpresas más o menos bonitas según el lugar y la época en la que se viva. Ozeilto Barbosa de Oliveira, por ejemplo, nació en Bahia, en Brasil, hace 43 años. El hombre tuvo que dejar de estudiar a los 16 años cuando se convirtió en padre por primera vez y entre una cosa y otra, nunca logró retomar su educación. Actualmente tiene tres hijos y dos nietos, y vive en Espíritu Santo, donde en el 2000 llegó en busca de trabajo.
Ahora algo ha cambiado para él, porque logró obtener una beca para ir al curso de enfermería. No hace falta decir que Ozeilto está muy contento, también porqu esabe que la educación es lo primero que hay que cultivar si se quiere salir de la pobreza:
"Estoy muy feliz, cumpliré mi sueño y le daré a mi familia una vida más digna", comentó el portero del "Charles Darwin Educational Center", en Jardim da Penha. Y es precisamente aquí, en este lugar que el hombre fue invitado a regresar a las aulas y obtuvo gran apoyo para el estudio por parte de estudiantes y profesores.
Dijo: "La convivencia con los estudiantes y el ambiente escolar han despertado en mi el deseo de estudiar". De hecho, Ozeilto no pierde la ocasión para estudiar, durante su descanso y también cuando termina las clases, cuando tiene la posibilidad de hacerle alguna pregunta a los estudiantes que salen de la escuela.