Estas dos niñas de 4 años insisten en decir que son gemelas: "Tenemos la misma alma"
En un mundo donde, a pesar de los avances tecnológicos y científicos, todavía se habla de racismo, un fenómeno aún lejos de ser erradicado, es importante seguir recordando un concepto fundamental: todos somos humanos y debemos siempre respetar al prójimo, más allá de cualquier diferencia. Las diferencias, después de todo, nos hacen únicos y no deberíamos asustarnos frente a ellas. Aquí, entonces, es donde el ejemplo de dos niñas de 4 años nos hace sonreír y reflexionar al mismo tiempo: las dos claramente tienen un color de piel diferente, sin embargo siguen insistiendo diciéndole a todos que son gemelas. A pesar de que esto no es biológicamente posible, dado que tienen dos madres distintas, las niñas dieron una respuesta definitiva a todos aquellos que preguntan cómo puede ser posible: "Tenemos la misma alma".
Las dos niñas, Jia Sarnicola y Zuri Copeland, tenían tan solo 4 años cuando han dicho por primera vez que son gemelas. Tienen diferentes razones para apoyar a esta teoría: en primer lugar, nacieron casi el mismo día, el 3 y el 5 de junio, entonces festejan juntas el cumpleaños; luego, señalan siempre sus parecidos físicos y a menudo combinan su ropa cuando se ven; al final, tienen rasgos de personalidad en común, como por ejemplo el hecho de ser totalmente honestas y explícitas con respecto a sus necesidades.
Las madres se han hecho buenas amigas pero temen que la sociedad en la que viven pueda desilusionar fuertemente a sus hijas, que en cambio se sienten tan libres y cercanas. El evento traumático ya sucedió, lamentablemente: durante una fiesta de cumpleaños, un niño más grande les dijo a ellas que nunca podrían haber sido gemelas porque tenían un color de piel diferente. Jia se puso a llorar, pero logró responder entre sollozos: "No lo puedes entender, ¡somos gemelas porque compartimos la misma alma!". Una respuesta que hizo conmover a la hermana de 23 años de Zuri, la cual decidió compartir todo en las redes sociales.
Las madres de las dos niñas esperan que nada y nadie se interponga jamás en la amistad entre las dos. Jia, además, dijo que quisiera tener la piel color chocolate como Zuri porque "le gusta más el chocolate que la vainilla".
Lo que si es cierto es que podemos aprender realmente mucho de un simple intercambio entre dos niñas de cuatro años.
