Encuentra un celular en el piso y quiere devolverlo, pero al final es denunciado por robo

por Patricia Zorzenon

26 Febrero 2022

Encuentra un celular en el piso y quiere devolverlo, pero al final es denunciado por robo
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Cuánto más avanzamos, menos confiamos en los demás: todos dudamos de la honestidad de quienes nos rodean y también cuando parecen existir momentos positivos o actos de amabilidad, fruncimos el ceño porque nos parece absurdo que pueda existir la amabilidad desinteresada. Esperamos realmente que estas personas sean las menos, pero la historia que estamos por contarles demuestra exactamente lo contrario. Un albañil de 41 años que se encontró un celular en la calle con la intención de devolverlo a su legítimo dueño; no se esperó nunca verse acusado por robo ante esto. Sucedió en Italia, en la ciudad de Florencia y ahora el hombre corre el riesgo de ser procesado después de haber sido denunciado por robo.

via Tg24

Pexels / Not the actual photo

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Una historia que tiene algo paradójico: un hombre honesto quería devolver un celular, pero al final se vio acusado injustamente. Ioan es el albañil rumano de 41 años que se encontró por casualidad en esta situación. A la mañana, mientras iba al trabajo, vio un celular en el suelo y decidió tomarlo para devolvérselo a su legítimo dueño. El celular, sin embargo, estaba bloqueado y al no saber la contraseña, Ioan no podía ciertamente acceder a él para ver a quién devolvérselo o simplemente, llamar a un contacto del dueño.

La historia contada directamente por las palabras de Ioan: "Estaba yendo al trabajo, cuando vi un celular en el piso, en el medio de la calle. Me dije: 'Quizás le pasa por encima un auto y lo rompe. Si me pasara a mi me molestaría mucho.' Entonces lo tomé, dejándolo encendido esperando la llamada del dueño. Me llamó algunas horas después, pero vino con la policía. Me denunció por robo y ahora corro el riesgo de ser procesado".

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Pexels / Not the actual photo

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El trabajador había ido al trabajo esa mañana y esperaba la llamada del dueño. La primer llamada llegó después de una hora, mientras Ioan estaba trabajando; a la segunda, el trabajador no dejó pasar el momento y respondió inmediatamente. Sin embargo, lástima que el legítimo dueño pensó en un robo y se presentó a Ioan con la policía a su lado. "Pero apenas puse un pie afuera vi que junto a él estaban dos policías", contó Ioan, continuando: "¡Es él, es él!, comenzó a gritar el joven. Luego comenzó a decir que le había robado el teléfono la noche anterior en un bar, donde yo ni siquiera había estado". Ioan se defendió, sosteniendo también que nunca respondería al teléfono si sus intenciones hubieran sido las de robar el celular, pero el joven no quiso entrar en razón, acusando al trabajador no solamente de ser un ladrón, sino de haber sido también "estúpido" reaccionando así.

"Me equivoqué en no ir de inmediato a la policía y denunciar el descubrimiento del teléfono, pero no soy un ladrón. Y no soy estúpido. Soy un florentino honesto y quisiera que al menos esto se me reconozca", concluyó Ioan defendiéndose.

Es triste pensar que un gesto considerado sea interpretado de mala manera para querer aprovecharlo. Los malentendidos estarán siempre, pero, ¿no es mejor resolverlos en lugar de llegar de inmediato a conclusiones quizás equivocadas?

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