Madre de dos hijos cruza la frontera para salvar a los hijos de un desconocido
Hay historias que no pueden no emocionarnos hasta las lágrimas, historias de humanidad, de coraje y de extrema solidaridad que no pueden no ser relatadas y que una vez leídas, pueden cambiar para siempre la manera en la que vemos al mundo y a los seres humanos que viven allí. A pesar de que vivimos en tiempos particularmente oscuros donde es muy difícil ver lo mejor de la humanidad, la esperanza nunca debe apagarse y esta emocionante historia de coraje y de rescate es el testimonio perfecto...
via Reuters
Hoy queremos contarles la historia de una mujer ucraniana llamada Nataliya Ableyevaha que, en el medio del gran éxodo de la población de la nación europea aplastada por la invasión del ejército ruso, puso a salvo la vida de dos niños que no eran suyos, manteniendo una emocionante promesa al padre, un hombre que nunca había conocido hasta ese momento. La mujer estaba escapando de su país para salvarse y estaba por cruzar la frontera entre Ucrania y Hungría cuando conoció a un hombre de 38 años desesperado que había sido retenido en su país invadido debido a su edad para defender a Ucrania de los invasores rusos; sin embargo el hombre, que también era padre de familia, quería hacer escapar a sus dos hijos del país europeo para que estén a salvo de la guerra y que se abracen nuevamente con su madre, que los estaba esperando en Hungría para luego llevarlos a Italia.
Nataliya no lo pensó dos veces cuando escuchó la muy triste historia del padre de familia, entonces tomó de la mano a esos dos niños y los llevó con ella al otro lado de la frontera, como si fuera su madre, ella ya tenía dos hijos, un policía y una enfermera, que habían sido retenidos en Ucrania para prestar servicios a su país bajo asedio. Nataliya dijo, "Su padre simplemente me entregó a sus dos hijos y confió ciegamente en mí, dándome sus pasaportes para cruzar la frontera para llevarlos a su casa con la madre, sanos y salvos."
Cuando los dos niños cruzaron la frontera entre Ucrania y Hungría con la mujer desconocida, se sentaron en un banco y esperaron cuidadosamente con otros refugiados que el celular del joven sonara y que la madre que los estaba esperando poco después de la frontera de Hungría se los llevara consigo sanos y salvos a Italia. cuando Natalyia finalmente alcanzó a la madre de los dos niños, Anna Semyuk, estalló en un llanto desesperado pero al mismo tiempo liverador, abrazó a la madre de los chicos como si fuera una amiga suya o un familiar.
Un abrazo entre dos mujeres que dice mucho más que mil palabras vacías y que muestra el lado inédito de la guerra definitivamente más humano, que sin duda nos hace esperar que un rayo de paz pueda llegar lo más pronto posible.