Lo adopta cuando nadie lo quería: 27 años después él le dona su riñón para salvarla
La familia no es solamente la biológica y un padre puede ser tal incluso si comparte el mismo patrimonio genético del niño o de la niña que decidió adoptar. Ingeborg McIntosh se hizo cargo de muchos niños dados en acogida a ella y que esperaban ser aceptados oficialmente por una familia adoptiva; entre estos, le tocó un niño por el cual inmediatamente sintió un apego especial, Jordan. El pequeño Jordan llegó a los brazos de Ingeborg hace 30 años y ha sido rápidamente amor a primera vista. La mujer estaba decidida a adoptarlo oficialmente y al final, así fue. Jordan creció recibiendo todo el amor del mundo y después de 30 años tuvo la posibilidad de "recompensar" a Ingeborg con un regalo que le salvaría la vida.
La madre biológica de Jordan hubiera querido que el hijo fuera en adopción a una familia afroamericana o birracial, pero Mcintosh estaba bastante decidida en llevar a cabo su solicitud de adopción por ese niño. Cuando Jordan cumplió 4 años, McIntosh logró finalmente oficializar su adopción y se convirtió en la madre de ese niño que la había visto crecer. Durante todos los años siguientes, los dos vivieron felizmente en Phoenix, Arizona y a Jordan nunca le faltó nada.
Después de casi treinta años de ese primer momento en el que las vidas de Jordan y de McIntosh se cruzaron, llegó la mala noticia: la mujer había desarrollado la enfermedad poliquistosis renal. Para poder seguir viviendo, McIntosh necesitaría un trasplante de riñón y es ahí cuando su hijo Jordan intervino. Sin decir nada, se sometió a un examen para ver si era compatible; cuando descubrió que podía servir como donante, el joven no dudó en hacerlo. Un verdadero "regalo" precisamente para el día de la Madre.
Jordan estaba más que seguro de querer donar su riñón a su madre adoptiva, pero McIntosh nunca lo daría por sentado y casi que no lo creía: "Seguí diciéndole casi hasta el día de la cirugía que podía echarse hacia atrás, pero él me dijo: 'No mamá, quiero hacerlo por ti'", contó McIntosh. Luego agregó: "'Tú me acogiste cuando era pequeño y ahora quiero hacerlo por ti.' No puedo pedir un mejor hijo" dijo emocionada la mujer.
La intervención salió muy bien en el 2014 y Jordan nunca dudó de su gesto: "Todo lo que hizo por mi desde que era niño, quería solamente devolvérselo y mostrarle lo mucho que la aprecio", dijo.
Donar un órgano puede salvar una vida: Jordan espera que su historia sea un ejemplo para otras personas que se encuentran en situaciones similares.