Viaja en avión con sus dos hijos de 2 y 5 años: tres desconocidas se ofrecen a calmar a sus hijos durante el viaje
Hacer un largo viajo a bordo de un medio de transporte público puede ser divertido con la compañía adecuada, puede ser aburrido si estamos solos y puede ser particularmente agotador si llevamos niños muy pequeños. Se sabe de hecho que más niños son, más dificultades hay en soportar situaciones de éxtasis muy largas, sin que suceda nada, como por ejemplo en un viaje particularmente agotador. Un poco como le sucedió a esta madre que había decidido tomarse un avión con sus dos hijos de 5 y 2 años, y lamentablemente no todo salió como lo planeó...
La madre en cuestión se llama Becca Kinsey y en Facebook quiso contar hace un tiempo el gran e inesperado gesto de amabilidad de algunas pasajeras a bordo del mismo avión que había tomado ella junto a sus dos hijos de 5 y 2 años, realmente le hizo cambiar su perspectiva de la vida. La mujer de 31 años había organizado todo a la perfección, dejaría a su hijo Blake en su casa y llevaría a sus dos hijos James y Wyatt a Disneyworld en Florida. El viaje de avión desde Dallas hacia Orlando y viceversa duraría tres horas, más las esperas en el check-in de ida y en el check-out de regreso; un tiempo interminable para sus dos hijos, cada vez más irritables y nerviosos.
Esto es lo que sucedió en el viaje de ida según las palabras de Becca: "De hecho, pensé que sería una buena idea volar sola con un niño de 2 años y uno de 5. Estábamos en la fila de seguridad, al borde de las lágrimas porque Wyatt estaba gritando y James estaba exhausto. De repente, una madre interrumpe la fila de seguridad y dice "Ven aquí, ven a mis brazos. ¡Sé cómo hacer en estos casos!" Wyatt se durmió y yo estaba tratando de llevar el equipaje de manos de todos cuando otra madre sale de su lugar de la fila y dice "Dame todo a mí, ¡yo me ocupo!". Cuando le dije gracias a las dos, me han dicho "No te preocupes, nos aseguraremos que tomen ese vuelo".
Pero no termina aquí: "La segunda mujer toma todo y me ayuda a superar los controles de seguridad y además de todo esto, nos acompaña a la puerta de embarque para asegurarse que tomemos el vuelo. Para terminar, Wyatt comienza a gritar al despegar antes de dormirse. Luego de 45 minutos, otro ángel viene a la parte trasera del avión y me dice "Parece que necesitas un descanso" y sostiene a Wyatt durante el resto del vuelo y lo acompaña hasta la recogida de equipajes, se lo entrega a Blake (mi esposo me estaba esperando en el check-out), me abraza y me dice "¡Feliz Navidad!"
En resumen, parece que el viaje de regreso de Orlando a Dallas de esta pobre madre no ha sido todo color de rosas, sin embargo gracias a la inesperada amabilidad de algunas mujeres desconocidas, las cosas se mejoraron y sus dos hijos milagrosamente se calmaron.
¡Viva la bondad!
