Observen bien estos rostros: ¿son de un hombre o de una mujer?
Las apariencias engañan y es sabido, ¿pero qué puede expresar a la perfección este concepto si no son las ilusiones ópticas? Una ilusión óptica logra engañar a nuestro ojo, o mejor dicho, a nuestro cerebro, haciéndole imaginar la presencia de algo que no existe o proporcionándole una imágen completamente distorcionada. Acerca de esto, un ejemplo que hizo hablar mucho de sí es la ilusión de género creada por el profesor de Harvard, también psicólogo, Richard Russell. En esta célebre imagen les parecerá ver dos distintos rostros humanos, el de un hombre y el de una mujer: ¿pero es realmente así?
Observen atentamente.
En esta ilusión óptica, especialmente creada por Russell para discutir los efectos, parece que sean dos rostros humanos bien distintos. A decir verdad, no es así: se trata del mismo rostro duplicado, con algunas diferencias aportadas gracias al maquillaje y a los efectos de luz. Los rostros son percibidos como el de un hombre y una mujer, no obstante se trate del mismo idéntico rostro de rasgos andróginos. El efecto principal habría sido dado a la imágen gracias al aumento o a la disminución de contraste: aquí revelada entonces, la ilusión.
Observando atentamente las dos fotos es claramente visible como la foto de la derecha, o sea aquella donde nos parece ver el rostro de un hombre, haya sido oscurecida aportando contraste, mientras aquella de la izquierda es mucho más clara y tiene otros efectos debido siempre a la luz y a la aplicación de maquillaje.
El juego de luces utilizado es llamado "contraste simultáneo", o sea ese fenómeno que se verifica cuando dos tonalidades de colores son tan cercanos entre ellos hasta influenciarse mutuamente, cambiando incluso nuestra percepción de aquellos colores.
Las ilusiones ópticas siempre son un óptimo modo para ponerse a la prueba: ¿Qué cosa ha percibido el ojo apenas ha visto la imágen de estos dos rostros? ¡Escríbanlo en los comentarios!
