A los 19 años se ve obligada a dar en adopción a su hija: 17 años después la encuentra en un centro comercial
Dar a tu propio hijo en adopción debe ser una decisión muy difícil, imposible de tomar a la ligera. Si bien la llegada de un hijo muchos desean y esperan con impaciencia, algunas jóvenes mujeres podrían simplemente no sentirse listas y estar fuertemente asustadas por el futuro. Cuando la incertidumbre sobre el futuro y los miedos sobre cómo criar una hija con tan solo 19 años se vuelven demasiado grandes, la adopción parece la única salida. Gina Crotts deber haber vivido exactamente esta situación antes de decidir confiar a otra familia a su primera hija.
via Instagram / ginacrottswriter
A los 19 años puede ser un trauma tener que arreglárselas a toda costa para cuidar a una criatura indefensa como un hijo; para algunos es inevitable y ni siquiera contemplan la idea de dar en adopción al niño, o incluso antes, ponerle fin al embarazo mientras que otras madres se sienten casi obligadas a tener que optar por otras soluciones. No podemos absolutamente juzgar las elecciones de estas madres y estamos en realidad contentos de saber que acuden a la adopción. Gina Crotts, en ese momento tenía 19 años, vivía lejos de su casa y estaba sola: sabía que no podía ofrecerle un futuro brillante a su hija. La joven pasó 4 días en el hospital con su pequeña, luego de haber dado a luz, repitiéndole: "Sé una buena niña, recuerda siempre la voz de tu madre y quiero que sepas que te quiero mucho". Sabía que no la volvería a ver y con gran pesar, eligió a la pareja que le parecía más adecuada para convertirse en la nueva familia de su hija.
La separación de la pequeña no fue fácil: Gina se encontró de repente con un vacío que difícilmente se volvería a llenar; sin embargo, luego de apenas un mes, la joven encontró a su amor y se casó con un hombre llamado Brandon. Con él comenzó a formar una familia, de la cual hoy está muy orgullosa. A pesar de que Gina ya tuvo otros tres hijos, nunca se olvidó de la pequeña Kalyn, su primera hija que se vio obligada a dar en adopción. Gina siempre habló de Kalyn con sus hijos, festejando hasta incluso su cumpleaños. Madre biológica e hija se pusieron en contacto pero nunca se habían visto en persona: Gina recibía una foto por año de Kalyn, pero esperaba que le pidiera ella que se vieran.
"Mi objetivo" explicó Gina, "siempre ha sido el de convertirme en alguien de quien mi pequeña pudiera estar orgullosa. Quería que tenga el deseo de verme, de saber quién soy". Un día como otros años después, sin previo aviso, sucedió ese tan esperado encuentro.
Un día, mientras su hija de 13 años Evie estaba en una prueba de baile en un centro comercial, la adolescente señaló a una joven que creía que era su hermana. Se trataba de Kelyn, obviamente muy parecida a la otra hija de Gina.
Habían pasado 17 años y Gina no podía estar segura si estaba frente a su hija o frente a una joven muy parecida. Cuando vio al padre adoptivo de Kalyn, sin embargo, no tuvo ninguna duda y se acercó después de que él mismo le había hecho una seña. "Extendí una mano, la agarré sin dudarlo y la apreté contra mi pecho", recordó Gina, "Mis brazos se envolvieron con fuerza alrededor de su pequeño cuerpo". ¡El destino las había hecho reecontrarse! Desde ese momento en adelante, Kalyn se volvió a acercar a su madre biológica, incluso participando en algunas cenas y comunicándose más seguido con ella. Gina está muy agradecida a la familia adoptiva de Kalyn, que la crió de la mejor manera posible. Kalyn es afortunada, porque recibe todo el amor de una gran familia.
