Estaba por perderse el nacimiento de su hijo pero un desconocido decide llevarlo al último minuto
La llegada de un hijo siempre ha sido uno de los mejores acontecimientos que un padre puede vivir en su vida; por este motivo la preparación del parto es mejor organizarla y esperarla escrupulosamente y con una pizca de nerviosismo y entusiasmo. Hay quienes por ejemplo deciden planificar el parto para que el padre del nuevo recién llegado no pueda perderse el momento emocionante, también hay casos en los que el destino pone palos en la rueda y parece querer ensañarse con esos padres que habían planificado y organizado todo con una larga anticipación para no "arruinar" el momento. Pero lamentablemente con el destino es inútil jugar, siempre gana él...
via The Kelly Clarckson Show/YouTube
Un poco como le sucedió a esta pareja estadounidense, que estaba en la dulce espera de un niño que habían planificado minuciosamente en cada detalle el futuro parto; esto también porque el padre, el sargento Seth Craven, desde hacía tiempo estaba en la estación de Kabul, Afganistán como miembro de la Guardia Nacional de Virginia Occidental. El hombre había pedido permiso para ausentarse temporalmente de su servicio militar para asistir a tiempo al parto programado de su esposa; el permiso obviamente fue aceptado, Seth tomó el primer avión que desde Kabul volaba hacia los Estados Unidos pero luego, una vez allí, se dio cuenta que los siguientes vuelos aéreos que se conectaban con Virginia Occidental habían sido cancelados durante dos días consecutivos y parecía que también la solución del alquiler de autos estaba fuera de discusión.
A ocho horas de distancia de la esposa que daría a luz muy pronto, Seth estaba desesperado y no sabía qué hacer; se perdería realmente la posibilidad de asistir al nacimiento de su hijo, pero afortunadamente en ese momento en el aeropuerto había un ángel sin alas que entendió la situación y le dio una mano. Una mujer llamada Charlene Vickers se acercó a Seth, escuchó su historia y le dijo que podía llevarlo dado que estaba yendo hacia Charleston, una ciudad en la misma dirección a donde iba él: "Estaba sentado en el piso con la espalda contra la pared, tenía los brazos cruzados y la cabeza baja. Cuando supe que desde el lunes estaba viajando desde Afganistán para regresar a la casa para asistir al nacimiento de su primer hijo, me di cuenta que debía hacer algo."
NMK Photography/Flickr - Not The Actual Photo
Gracias al viaje "milagroso" ofrecido por Charlene, Seth pudo llegar a tiempo con su esposa para asistir al parto programado, que se hizo regularmente unas dos horas después de la llegada del hombre a casa y del abrazo emocionante con su esposa. Ese mismo día los dos dieron a luz al pequeño Cooper Owen, la luz de los ojos de Seth y de su esposa Julie.
Si no hubiera sido por la ayuda de Charlene, quién sabe si Seth habría visto con sus propios ojos nacer a su hijo: "Este es el verdadero significado de la vida. No se trata de cuánto dinero ganas o lo que haces. Se trata de intentar ser una buena persona. Estas son las cosas que la gente recuerda. Estas son las acciones por las cuales las personas te recuerdan."
¡Y las palabras de Charlene no pueden ser más que ciertas!