Bebé de 8 meses desaparece de la nada, luego los rescatistas lo encuentran sano y salvo en un campo al día siguiente
Niguel Jackson es tan solo un bebé de 8 meses que, de repente, parece haber desaparecido de la nada. La madre, en evidente estado de confusión, se dirigió al cuartel de bomberos para pedir ayuda: necesitaba atención médica pero, al mismo tiempo, les advirtió a los bomberos que su hijo estaba solo. Sin embargo, la familia de la mujer dijo que el pequeño estaba con ella en el momento en el que la mujer salió de su casa para ir al cuartel. ¿A dónde se había ido el pequeño Jackson?
Afortunadamente, a pesar de que tenía tan solo 8 meses, el pequeño logró sobrevivir y fue encontrado al día siguiente, sano y salvo.
via Facebook / Baton Rouge Police Department
La madre del pequeño Niguel Jackson entró en el cuartel de los bomberos pidiendo ayuda: la mujer necesitaba inmediatamente asistencia médica y los primeros auxilios no tardaron en llegar. En ese momento, sin embargo, la mujer inmediatamente les explicó a los bomberos que su hijo de 8 meses se encontraba quién sabe donde, solo. Todos, entonces, se alarmaron y comenzaron una búsqueda oficial en el campo, tanto por via aérea como por tierra. La familia de la mujer, luego de ser localizada, dijo que Niguel estaba junto a su madre cuando la mujer salió de su casa. Nadie se explicaba dónde podía estar Niguel.
Las búsquedas siguieron sin parar, con la preocupación que con la puesta de sol bajaría drásticamente la temperatura. El pequeño Niguel, sin embargo, demostró ser un bebé fuerte y fue encontrado sano y salvo en un campo de Louisiana. El bebé inmediatamente fue llevado al hospital para controles, que no revelaron ningún problema: Niguel estaba tranquilo y estaba bien.
No se presentaron acusaciones contra la madre que, aparentemente, quería llevar a su hijo a un lugar seguro y se aclaró de que el incidente sucedió exclusivamente debido a los problemas médicos que sufría la mujer, problemas médicos por los que la mujer fue tratada.
El terror de cada padre es precisamente el de perder de vista a su propio hijo y permanecer impotentes frente a acontecimientos como este. La angustia y la tensión suben hasta las estrellas, porque no somos conscientes de lo que está pasando: ¿y si el pequeño se encontrara en peligro? ¿Y si alguien lo hubiera secuestrado? ¿Y si se hizo daño y no logra pedir ayuda? En definitiva, ningún padre debería jamás encontrarse en una situación así y nosotros estamos felices de que Niguel haya regresado a su casa sano y salvo.