Dos hermanas se pierden mientras juegan cerca de su casa y sobreviven 2 noches en el bosque
La peor pesadilla para un padre es no saber dónde se ha ido su hija. Cuando se pierde de vista a un niño, son muchas las preocupaciones que se vienen a la cabeza en el lapso de pocos segundos. Los padres de Leia y Caroline, dos hermanas de 8 y 5 años, deben haberse sentido como si el mundo se les hubiera caído encima de repente cuando se dieron cuenta que sus hijas habían desaparecido.
Todo comenzó cuando las dos niñas pidieron ir a jugar afuera, en la búsqueda de un poco de sol; la situación empeoró cuando las dos niñas se perdieron en el interior de la amplia propiedad de la familia. Leia y Caroline permanecieron dos noches en el bosque, pero gracias a su espíritu de supervivencia fueron encontradas sanas y salvas.
Todos los niños quieren jugar al aire libre y poco a poco, desapegarse del control de sus padres, pero sabemos bien que un padre tiene la tarea de tener siempre bajo control a sus hijos. Naturalmente, puede suceder que uno se distraiga, todos hemos tenido momentos de cansancio ¡y un padre lo sabe muy bien! Misty Carrico estaba particularmente comprometida cuando les dijo a sus hijas que vayan a jugar afuera donde había sol y probablemente, no se hubiera imaginado nunca que las pequeñas podían perder el camino a casa. El padre les había advertido que no se alejen y sobre todo, que nunca superaran al árbol caído. Las niñas, sin embargo, no prestaron demasiado caso a estas advertencias y antes de que se dieran realmente cuenta, ya se habían perdido.
Las jovencitas caminaron durante mucho tiempo, en círculos, sin darse cuenta inicialmente. Luego de haber superado el mismo lugar dos veces, se dieron cuenta que habían perdido el camino a casa. Nada de pánico: habían estado en campamentos con mamá y papá y habían visto muchas películas sobre cómo se debería actuar en estos casos, motivo por el cual las pequeñas buscaron inmediatamente un refugio o algo que pudiera protegerlas. Un arbusto de arándanos y el impermeable de Leia era la mejor opción. De esta manera lograron permanecer lo más secas posibles, evitando la hipotermia durante la noche. Para no deshidratarse, en cambio, bebieron agua de lluvia de las hojas del arándano.
La hermana más pequeña lloró toda la noche, a pesar de que la mayor le aconsejaba que tuviera pensamientos positivos; la pequeña luego confesó que esa técnica no estaba funcionando mucho. Afortunadamente, sin embargo, logró dormirse un poco, mientras que Leia permaneció alerta durante dos noches seguidas, preocupada de que algún animal salvaje pudiera atacarlas.
Luego del primer día de búsqueda sin ningún resultado, los padres de las niñas pensaron en lo peor. Tanto el padre como la madre pasaron por una ráfaga de emociones negativas que no le desearíamos a ningún padre. Luego de dos noches pasadas fuera de casa, las pequeñas fueron encontradas por el jefe de los bomberos voluntarios, Delbert Crumley y por el bombero Abram Hill.
En resumen, ¡todo lo bueno termina bien para esta familia que, de ahora en adelante, estamos seguros de que no perderán jamás de vista a las pequeñas Leia y Caroline!
