Compartieron la experiencia del Holocausto, pero se perdieron de vista: dos amigos se encuentran 80 años después

por Patricia Zorzenon

06 Abril 2022

Compartieron la experiencia del Holocausto, pero se perdieron de vista: dos amigos se encuentran 80 años después
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En la vida, más allá de los vínculos familiares, se establecen relaciones muy profundas que pueden durar para siempre. Amistades que nacen desde la infancia y que se tiene la suerte de cultivar durante toda la vida, o que se llevan en el corazón hasta que lo recuerdes. Las afinidades y la sintonía crean estos lazos pero, en algunos casos, son las fuertes experiencias compartidas en formar una amistad indestructible. Sucede, sin embargo, que los caminos se dividen, perdiendo los contactos por diferentes motivos, pero el recuerdo de la persona querida nunca nos abandona. Si luego un día tenemos la suerte de encontrarla nuevamente, es aquí donde la emoción se vuelve irreprimible.

Les contamos la historia de dos viejos amigos que se encontraron de nuevo luego de muchísimos años y que, en su juventud, compartieron algo terrible: el Holocausto, cuando ambos fueron prisioneros en los campos de concentración.

via Washington Post

The last time Jack Waksal and Sam Ron saw each other was nearly 80 years ago. The young Jewish men were forced to shovel...

Pubblicato da Humans of Judaism su Giovedì 31 marzo 2022

Jack Waksal y Sam Rom se conocieron en 1943 en el campo de trabajos forzados polaco de Pionki. En ese entonces eran dos adolescentes, obligados a pasar sus días paleando carbón dentro de un horno. Las largas horas estuvieron marcadas por el cansancio y el sudor, por la suciedad y el temor ligado a la suerte.

Los recuerdos de Sam están ligados a "Un trabajo duro, malas condiciones, frío, hambre. Centenares de personas muertas. No era raro despertarse a la mañana y encontrar una persona a tu lado sin vida."

Según Jack, es un milagro que ambos hayan sobrevivido. Cuenta que las personas no recibían comida durante semanas enteras, algunos hasta incluso trataban de alimentarse de las cortezas de los árboles. Los turnos de trabajo duraban incluso 24 horas.

En esas desesperadas condiciones, Sam y Jack se fortalecieron mutuamente convirtiéndose en amigos muy cercanos. Luego de un año transcurrido juntos, Waksal logro escaparse por el bosque, afrontando el frío invernal durante seis meses. Ron, en cambio, fue salvado por los soldados estadounidenses mientras se encontraba en una marcha de la muerte nazista.

Ambos escaparon de un final terrible, sin tener nunca más noticias del otro ni tampoco saber si aún estaban vivos.

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Pexels-Not the actual photo

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Después del final de la Segunda Guerra Mundial, los dos hombres comenzaron una nueva vida en los Estados Unidos. Ambos pasaron un largo período en Ohio, sin jamás verse

Hasta que un evento hizo que los dos pudieran verse nuevamente: la cena del Museo del Holocausto de los Estados Unidos de América, en el sur de Florida.

Sam Ron estaba entre los presidentes honorarios del evento y mientras se encontraba en el palco para su discurso, mencionó su propio nombre polaco: Shmuel Rakowski.

En ese momento, Jack se dio cuenta que se trataba de su viejo amigo: "Cuando lo vi, ¡era como si fuera mi hermano! Cada día, era tan difícil en el campo de trabajo" dijo emocionado.

"Hemos trabajado juntos. Hemos sufrido juntos" dijo Sam. "Ha sido un día muy emocionante y espero permanecer en contacto con él".

A los 97 y 98 años, los dos se encontraron como verdaderos hermanos perdidos y desean no perderse de vista desde este momento en adelante. Una historia realmente emocionante, una amistad sin tiempo que tuvo un merecido final feliz.

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