Joven de treinta años se convierte en millonario y quiere donar el 99% en beneficencia: un gran ejemplo de generosidad
¿Qué harían los jóvenes, y no solo ellos, si se encontraran con una suma estratosférica en sus bolsillos? La mayoría la invertiría para su futuro, para comprarse algo muy caro, para cumplir algún capricho que en condiciones normales hubiera sido imposible satisfacer. Especialmente cuando uno es joven, podría ser más fácil dejarse llevar por gastos audaces si se poseen cifras que hacen que te de vueltas la cabeza: difícilmente el primer pensamiento sería el de hacer caridad.
Sin embargo, a veces sucede: un joven estadounidense se hizo primero millonario e inmediatamente después, un ejemplo de altruismo para todos.
via The Federal News
Sam Bankman-Fried tiene 30 años, es de Stanford, California y vive en las Bahamas.
Vegano, apasionado de los videojuegos, el joven se hizo millonario y su primer pensamiento ha sido el de donar su dinero para hacer algo bueno.
Luego de la universidad Sam fundó la empresa FTX, que se convirtió en el tercer más grande intercambio de criptomonedas en el mundo, tanto que también cinco de sus colegas son millonarios.
Antes de fundar la empresa, el joven trabajó en Wall Street durante tres años, donde tuvo la posibilidad de estudiar el sector de las criptomonedas (dinero virtual) y las diferencias de valor de los bitcoins entre Estados Unidos y Japón, que pueden llegar incluso hasta el 10%. FTX se ocupa precisamente de esto: ganar en cantidades diferenciales. La empresa alcanzó acciones valuadas en 344 mil millones de dólares y Bankman-Freid apuntó a Binance, el número uno de intercambio de criptomomendas cuyas acciones están cerca de los 2 trillones de dólares.
¿Su objetivo? No es ciertamente el de vivir en el lujo más desenfrenado, al contrario: el deseo del joven de 30 años es el de donar el 99% de sus entradas a entidades benéficas.
El lema de Sam se basa en el concepto de "altruismo efectivo": recurriendo a la lógica y al cálculo racional, se puede comprender cómo utilizar los propios recursos para hacer el máximo del bien a la mayor cantidad de personas.
Según el joven, el dinero puede comprar la felicidad, pero solo en pocos casos: más logra recaudar, más probabilidades tiene de lograr este caritativo objetivo.
Ya en los tiempos de Wall Street, cuando era un simple empleado, donaba más de la mitad de su salario a organizaciones benéficas y causas humanitarias. Recientemente, donó con FTX 50 millones de dólares a iniciativas de la misma empresa contra el calentamiento global.
Bankman-Fried evaluó varias opciones, entre ellas las minas de carbón. En cualquier caso, su único objetivo es el mismo: maximizar el altruismo y utilizar su enorme capital para hacerle un bien a la humanidad.
¿Cúantos en su lugar hubieran hecho lo mismo?
