Una niña ve a una joven envuelta en un hermoso vestido largo: "eres la princesa de los cuentos de hadas" (+ VIDEO)
¿Qué niña no sueña poder encontrarse al menos una vez en la vida con su princesa preferida?. De niños es fácil leer un cuento, ver un dibujo animado y tratar de identificarse con una maravillosa joven que vive momentos inolvidables, quizás envuelta en un largo y estupendo vestido. Si además le ponemos también una pizca más de la imaginación que los más pequeños tienen, es aquí donde se crea una combinación perfecta para comenzar un viaje imaginario en el mundo de los cuentos.
Pero quién sabe si alguna vez hemos encontrado a una verdadera princesa. Quizás sí, al menos así le pareció a Emory, una niña que, un día cualquiera, se encontró durante unos instantes frente a "su" princesa.
Emory es una pequeña que vive en Carolina del Norte. Un día, junto a su familia, estaba paseando cuando vio algo que la dejó sin palabras. Frente a ella había una verdadera princesa.
En realidad, la que vio Emory, era una simple joven que, junto a su novio, estaba posando para algunas fotos para el baile de fin de año. Todos sabemos lo importante que es este acontecimiento en la vida de un adolescente, también para Kwani Taylor era así. Motivo por el cual había elegido y lucido para esa velada un vestido soñado. Largo, brillante y hermoso, ese vestido la había convertido, sobre todo a los ojos de Emory, en la protagonista del cuento.
Las imágenes del encuentro entre Kwani y la niña han sido grabadas en un video que en muy poco tiempo dio la vuelta en la web, logrando alcanzar millones de visualizaciones. En los fotogramas vemos a una Kwani muy emocionada tratando de sonreir para ser inmortalizada en una foto, pero su atención es atraída de repente por algo o más bien por alguien. Frente a ella estaba Emory, visiblemente y agradablemente asombrada.
La joven, una vez que se dio cuenta hasta dónde había llegado la imaginación de la niña, no dudó un instante y se acercó a ella. Kwani le preguntó el nombre y luego la tomó entre sus brazos, agradeciéndole por haberla confundido con una princesa. Un momento emocionante y un abrazo muy dulce que le regaló a Emory una sonrisa y una gran alegría.
A pesar de que no era real lo que pensaba, Emory en ese momento cumplió el sueño de conocer a una hermosa princesa. Un momento que, estamos seguros, quedará grabado tanto en la memoria de la niña, como en la de Kwani, la cual, además de la emoción por el baile, sintió una aún mayor sintiéndose por un momento en la protagonista de un cuento.
Es verdad que los niños saben dar emociones inesperadas y estupendas con su infinita pureza de alma.
