Niño tuvo que separarse de su perro porque el padre lo maltrataba: después de 2 años continúa enviándole cartas
La relación que se establece entre un perro y su dueño siempre es muy fuerte, especialmente si quién cuida del animal es consciente de que también un perro merece amor, cuidados y respeto. En el 2020, un niño de 9 años tuvo que renunciar a su perro, un cachorro llamado Simon, porque a su padre no le gustaba. El padre maltrataba constantemente al perrito, tanto que el niño se vio obligado a llevarlo a un refugio, con la esperanza de poder verlo y mantenerlo "cuando sea más grande". Si la historia ya no es emocionante así, después de dos años, sabemos que el niño continúa escribiéndole cartas y enviándole sus pocos ahorros.
via Facebook / alberguepergatuzoo
El niño no podía soportar que su padre maltratara a Simon, un hermoso cachorro de pelo blanco y con el hocico y ojos marrones, entonces decidió que el animal tendría un futuro mejor en un refugio. A pesar de que era su perro, su mejor amigo de cuatro patas, este niño de 9 años realizó uno de los más grandes actos de amor que se pueden hacer hacia los que amamos: dejarlos ir. El niño entregó a Simon a Pergatuzoo, un refugio para animales de la Ciudad de México.
El niño entonces confió a Simon al refugio, dejando a los voluntarios una carta desgarradora en la que decía que un día regresaría a buscarlo: "Dejo a Simon a ustedes, es mi perro. No quiero que mi padre le pegue; llora mucho porque no hay comida para él (...). No lo regalen, cuando sea más grande regresaré a buscarlo". Los voluntarios del refugio se conmovieron mucho al leer esa carta y quisieron cumplir el deseo del pequeño, haciéndose cargo de Simon, encontándole una casa temporal como máximo, pero sin darlo en adopción.
Con el paso del tiempo, los voluntarios compartieron en Facebook los progresos de Simon y las fotos de cómo crecía con los años. El aspecto más conmovedor de esta historia es que el niño continuó escribiéndole al refugio y enviando sus pequeños ahorros a Simon, incluso después de dos años de ese triste día. De las fotos publicadas en Facebook, se ven las cartas y algunas monedas que el niño ahorró para la comida de su adorable Simon.
El amor y la consciencia que mostró este niño debería ser compartida por muchas otras personas que deciden abrir las puertas de sus casas a un cachorro. Nuestros amigos animales, además, son parte de nuestra familia y deberían ser tratados como tales.
