Pareja adopta a una niña rechazada 12 veces debido a su apariencia: hoy es una bailarina exitosa
No todos los niños tienen la suerte de nacer en una familia amorosa y en un lugar en el que puedan sentirse seguros. Seguramente, Michaela DePrince, en ese momento conocida como "Mabinty Bangurawas" no sabía lo que significaba vivir felizmente antes de los 4 años de vida. Michaela nació en Sierra León en 1995, en una tierra devastada por la guerra civil; perdió a sus dos padres debido a la guerra y terminó en el orfanato, el lugar más atroz que un niño puede encontrar. Aquí nadie quería adoptarla, ya que estaba clasificada como "la peor niña" debido a sus manchas en su cuello. Pero esa niña nunca perdió las esperanzas y una pareja estadounidense llegó, providencialmente, para salvarla de esa pesadilla. Serían sus padres para toda la vida.
via Instagram / Michaela DePrince
La pequeña Michaela sufría de vitíligo, una enfermedad en la que se desarrollan pálidas manchas de color blanco y eso hacía aún más complicada su adopción. La niña tuvo que soportar muchos abusos y burlas debido a su apariencia. Había sido señalada como "la hija del diablo", debido a su enfermedad crónica- una definición que saca a relucir toda la ignorancia de algunas personas. "Nos han clasificado" recordó Michaela, "el número 1 era el niño preferido y el número 27 era el menos preferido...yo era el número 27".
Para Michaela han sido días terribles en ese orfanato, tanto que sintió el deseo de convertirse en una bailarina después de haber visto una foto de una joven que bailaba y parecía feliz: "Si ella es feliz porque baila, también yo quiero hacerlo, quiero ser feliz". Sin embargo, había otra niña con la que pasaba mucho tiempo, una niña que se llamaba "Mabinty" como ella: era su única amiga.
La desgracia de Michaela, de todas formas, cambió pronto de rumbo. Una pareja estadounidense, de hecho, había ido a África para adoptar a una niña africana; en particular, los DePrince querían adoptar a "Mabinty", la amiga de Michaela, pero dado que ambas compartían el mismo nombre, se creó una confusión sobre cuál de las dos niñas debían ser adoptadas. Cuando Elaine DePrince descubrió que Michaela era una niña que ya había sido rechazada 12 veces, decidió adoptar a ambas, sin pensarlo demasiado. También su esposo lo descubrió después de que la mujer ya había firmado la adopción para ambas.
Los cónyuges DePrince ya habían adoptado tiempo atrás, pero habían sufrido mucho por la pérdida de sus tres hijos, que padecían hemofilia. Ahora le habían salvado la vida a dos niñas y las criarían de la mejor manera dentro de sus posibilidades. Distinguieron los nombres de las dos niñas en Michaela y Mia. Era 1999 y Michaela y su hermana aún tenían toda la vida por delante.
Michaela inmediatamente le comunicó a sus padres adoptivos sobre su repentina pasión por la danza y los DePrince la apoyaron siempre, acompañándola a clases de danza y sin que nunca le falte nada. A muchos años de distancia, Michaela se hizo famosa, a pesar de que el color de su piel era un problema también en Estados Unidos para su carrera de bailarina. Su madre, Elaine siempre le había dicho que esas manchas blancas, en realidad, era polvo de hadas y que no debía avergonzarse: serían su fuerza. Michaela tardó un tiempo en aceptar el amor incondicional de sus padres y dejar de tener miedo de que alguien la llevara nuevamente al orfanato, pero al final logró hacerlo. Venció sus miedos y hoy es una profesional con muchos seguidores.
La adopción puede realmente salvar la vida de las personas, cambiándola para mejor. Gracias al amor de sus padres adoptivos, Michaela fue capaz de superar sus miedos y hoy es una artista importante, reconocida a nivel mundial por sus capacidades como bailarina. ¡Felicitaciones!