Salva a un águila y no se separa nunca más del joven: "es su agradecimiento por haberlo ayudado" (+ VIDEO)
Sabemos bien cómo los animales son capaces de regalarnos emociones únicas con gestos y manifestaciones de cariño. Sin embargo, por lo general, son perros, gatos y otras "mascotas" quienes hacen todo eso. Se encariñan, nos dan amor y confían en nosotros, al fin y al cabo están acostumbrados al contacto con el hombre y esto no suele perturbarlos. Por el contrario hay animales más salvajes que con mayor dificultad nos permitirían a nosotros interactuar con ellos y aún más, tocarlos.
No ha sido así para el protagonista de la historia que queremos contarles. Él, Steven, es un hombre comprometido con la protección del medio ambiente y su tarea es la de identificar y erradicar los parásitos. Pero veamos que fue lo que sucedió en un muy normal día de trabajo.
Steven Gonzales, junto a su aprendiz, estaba de servicio y a punto de controlar el patio de un cliente cuando vio algo extraño. En una bañera llena de agua había un gran pájaro tratando de salvarse. Quién sabe por cuál motivo se había caído allí dentro, pero el hecho es que debido a sus alas mojadas y el consiguiente mayor peso, el pájaro no podía alzar vuelo y salir de allí. Un águila como esta y en peligro podría reaccionar de mala manera ante la presencia de un hombre, pero en este caso fue diferente.
Steven se acercó inmediatamente y quedó asombrado al verla muy tranquila mientras intentaba agarrarla. "No se agitó, pero se aseguró de que yo pudiera atraparla. -contó el hombre- Se dio cuenta que quería ayudarla y confió. La atrapé de las patas y la saqué fuera del agua".
Hubo un momento en el que el pájaro agitó sus alas, pero luego dejó que Steven siguiera cuidándola. Evidentemente había tenido un sexto sentido y percibió que ese humano estaba allí para ella y no le haría daño. Durante un tiempo no se alejó de Steven: "Se sentía relajada y protegida junto a mi, no quería dejarme."- dijo nuestro protagonista. Todo esto ha sido grabado por el asistente de Steven y afortunadamente hecho público.
Cuando el animal se calmó y le pasó el miedo, Steven se puso en contacto con Cave Creek, una asociación sin fines de lucro que se ocupa precisamente de los animales en dificultades. Serían los guardianes del águila hasta que se recupere completamente.
En los días siguientes Steven siempre fue actualizado sobre los progresos de su amiga emplumada y pudo también darle un nombre. "La llamé Lucena como mi hija". Desde siempre un gran apasionado por los animales, Steven había también trabajado como voluntario para su conservación, por lo cual no había tenido miedo en acercarse a ese pájaro que por lo general puede ser intimidante.
Siempre es bonito conocer historias similares y saber que en el mundo suceden episodios simpáticos, hermosos y emocionantes como este. Las imágenes del video lo demuestran.
