Salen a cenar con sus sobrinas, ven a un señor de 90 años solo y lo invitan a comer con ellos
Ser ancianos trae consigo el tener mucha experiencia, el haber vivido muchas situaciones diversas, poder contarlo y compartirlo, pero, ¿si estamos solos? ¿Qué sucede? Simplemente que no existen muchas oportunidades para sociabilizar y la soledad podría convertirse en la protagonista indiscutible. Como en el caso del hombre del que estamos por hablarles.
Sin embargo, afortunadamente, también a los 90 años la vida logra reservarnos algunas sorpresas, poniendo en el camino solo a las personas adecuadas de un hombre o una mujer, como en este caso. Les contamos una emocionante escena de generosidad, amabilidad y altruismo, por "duplicado". Veamos.
via The epoch times
Ali y Chris, hace algún tiempo, salieron a cenar con sus dos sobrinas a un restaurante en Yarrawonga, Australia. En una noche como muchas otras sucedió algo nuevo. Sentados en su mesa y con la intención de cenar, en un momento vieron a un hombre anciano que comía solo. A todos alguna vez nos ha pasado encontrarnos frente a escenas similares, pero quizás pocos hubieran pensado en actuar como Ali y Chris.
Algo salió de la mente de los dos y en un instante decidieron invitar a ese hombre solo a sentarse con ellos y a comer en compañía. Entonces enviaron a la sobrina de 8 años a Phil, este es el nombre del anciano y lo invitaron a moverse a su mesa. El señor de 90 años no se hizo rogar y deleitó a todos con sus historias de su vida.
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Helen, la hermana de Ali, luego publicó la historia en el grupo de Facebook The Kindness Pandemic, de manera tal de involucrar a la mayor cantidad de usuarios posible y dar a conocer un gesto de amabilidad simple, pero no obvio en el mundo de hoy. "Me he conmovido cuando mi hermana me contó lo sucedido. -escribió Helen- No sucede a menudo tener que asistir a actos como estos y es hermoso cuando suceden porque logramos volver a tener un poco más de confianza en el mundo y en la humanidad. Mi hermana realizó un gesto pensando en esto: ¿si hubieran sido nuestros padres, les hubiera gustado que otra persona los invite a su mesa en lugar de dejarlos solos? La respuesta era sí y así lo hizo".
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Correcto. Un razonamiento que corre y que quizás cada uno de nosotros debería hacer en situaciones similares. Cuando además Alis se levantó para ir a pagar la cuenta, tuvo a su vez una sorpresa: alguien ya la había pagado en su lugar. Así es, una mesa que había asistido a la escena y apreciado el gesto hacia el anciano, había decidido pagar la cena de todos ellos.
Desde la generosidad, en el fondo, se genera siempre otra generosidad y esto es algo maravilloso. Tomemos ejemplo y hagamos algo para colaborar para que el mundo en el que vivimos sea un lugar mejor.