Se gradúa a los 80 años, por segunda vez: "El estudio me salvó luego de la pérdida de mi esposa"
Retomar los libros de la escuela o de la universidad luego de una cierta edad no es fácil,- el cerebro ya no está entrenado para aprender todos los días conceptos nuevos y puede ser difícil comenzar nuevamente un camino de formación. En algunos casos, sin embargo, puede ser una verdadera salvación, a pesar de todas las dificultades que hay que atravesar. Es este el caso del señor Fernando Armellini, promoción 1942, que luego de muchos años decidió inscribirse en la universidad y realizar una segunda carrera. ¿Por qué lo hizo? Principalmente para combatir el dolor debido al fallecimiento de su esposa, una pérdida que dejó un vacío irrecuperable en él, pero con el cual logró lidiar gracias al estudio.
via Repubblica
Fernando Armellini regresó a las aulas universitarias para comenzar a estudiar nuevamente, una pasión que siempre tuvo desde joven. El señor Fernando se graduó en Derecho durante sus años de joven y en el camino de su vida, trabajó como gerente de una empresa en el sector de la construcción y la gran distribución. Durante 51 años vivió junto a su dulce mitad que, lamentablemente, se fue antes que él. Un dolor que parecía insuperable y que quizás lo es realmente: ¿cómo se hace para aceptar la muerte de tu compañero de vida? El señor Fernando tenía la posibilidad de seguir dos caminos, luego de enviudar: "Un dolor enorme, que todavía hoy no encuentra consuelo. Me vi ante una encrucijada: o la depresión o el estudio, por el cual siempre tuve una gran dedicación".
Luego de quedarse viudo, entonces, Fernando se inscribió en la Universidad de Trento, donde obtuvo un máster en filosofía, con una tesis focalizada en las obras del filósofo alemán Günther Anders. El señor Fernando, con sus 80 años, explicó cómo se sintió al regresar a las aulas y cómo ha sido relacionarse con los otros estudiantes más jóvenes: "Entraba al aula y me sentía incómodo: los demás alumnos me confundían con el profesor. Aparte del período del Covid siempre seguí las clases presenciales. Lo admito, fue difícil: le dediqué al estudio 10-12 horas por día, logré terminar a tiempo".
Al seguir las clases presenciales, Fernando se dio cuenta también de la diferencia increíble entre los jóvenes de hoy y el pasado, una sensación quizás más acentuada debido a la pandemia: "Las relaciones entre los jóvenes de hoy son muy distintas, no veo el sentimiento que existía una vez: sentí mucha soledad, mucho vacío".
Quizás deberíamos reflexionar sobre las palabras del señor Fernando y comenzar de nuevo por aquí.
