Soy alérgica al agua: no puedo tomarla y ni siquiera llorar sin tener una reacción

por Patricia Zorzenon

14 Mayo 2022

Soy alérgica al agua: no puedo tomarla y ni siquiera llorar sin tener una reacción
Advertisement

Las alergias son muy comunes hoy en día y pueden involucrar tanto a alérgenos alimenticios como inhalantes, como por ejemplo polen, ácaros o epitelios de mascotas. No hay que sorprenderse, a estas alturas, si un individuo, por muy sano que haya sido siempre como un pez, desarrolla algún tipo de intolerancia o reacción alérgica incluso de adulto. La alergia de esta joven, sin embargo, es realmente poco común (¡afortunadamente!) y nos dejó con la boca abierta: Abigail Beck, de hecho, ¡es alérgica al agua! Incluso con solo partir de esta simple afirmación, se puede entender lo dura que es la vida de esta joven, dado que el agua es un elemento que forma parte de nuestra vida diaria.

via NY Post

Soy alérgica al agua: no puedo tomarla y ni siquiera llorar sin tener una reacción - 1

Abigail Beck tiene 15 años y es tan alérgica al agua que no puede ni siquiera llorar o ducharse, sin que se le manifiesten erupciones irritantes en la piel. Una alergia, la de ella, extremadamente debilitante si se piensa al número de veces que tiene que lidiar con el agua durante un día. Lamentablemente, el contacto con el agua le provoca urticaria. Ah, por supuesto, si se lo están preguntando, Abigail no puede ni siquiera tomar un vaso de agua: desde ya hace 1 año, desde cuando le diagnosticaron esta rara afección médica que afecta a 1 persona en 200 millones, no tomó más agua.

"Lloro como todas las personas normales, y me duele", contó la joven, y de hecho luego describió sus lágrimas como "una de las peores partes" porque le queman la cara. Con respecto a su alergia, no usa términos medios: "Me arruinó la vida, a pesar de que no quiero arruinarla. Vomito si tomo agua, me duele mucho el pecho y el corazón comienza a latir velozmente".

 

Advertisement
Pexels / Not the actual photo

Pexels / Not the actual photo

Lamentablemente, debido a la rareza de los casos, no se sabe bien cómo tratar este trastorno que se manifiesta por lo general durante la edad de desarrollo, de forma casual, sin la presencia de casos similares en la familia. Los médicos no tienen respuestas bien precisas, pero si las condiciones de Abigail no mejoran, se verán obligados a rehidratarla con pastillas e infusiones especiales. No ha sido ni siquiera fácil para Abigail lograr que un médico la escuchara para obtener un diagnóstico, pero al final alguna respuesta llegó, aunque parcial. Lo más aterrador de esta enfermedad es no tener respuestas: si sucede algo repentino, ¿Cómo debería comportarse Abigail y quienes la rodean? La joven no está segura y esto es lo que más la desanima.

"Cuando le digo a las personas que soy alérgica al agua, piensan que es absolutamente ridículo y muchos se sorprenden. Las personas señalan siempre que nuestros cuerpos están hechos de agua. Algunas personas me hacen preguntas, que está bien porque me gustaría ayudar y educar a alguien, entonces estoy abierta a responder" dijo la joven.

Una difícil enfermedad que tiene que vivir a diario...¡esperemos que Abigail encuentre lo más pronto posible una solución!

 

Advertisement