"Mi vecina insiste en dejar jugar a sus hijos en mi jardín sin mi permiso, tuve que poner una denuncia"

Ya sea que su hogar esté en la ciudad o en el campo, a la mayoría de las personas les habrá pasado tener que lidiar con los vecinos. Si en algunos casos las relaciones son excelentes, se llevan bien y se ayudan mutuamente, en otros las situaciones podrían no ser las mejores. Si están entre los afortunados y no creen lo que acabamos de decir, los invitamos a leer esta historia para tenerla como prueba.

La protagonista de la historia contó en Reddit la pésima experiencia que tuvo con sus vecinos y con sus hijos. Les explicamos bien que fue lo que sucedió.

via Reddit

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Ella es una mujer de 29 años que vive con su hermana más pequeña y explica que tiene, en la parte de atrás de su casa, un trampolín que usaban cuando eran pequeñas. Nada fuera de lo normal, a todos nos sucede que conservamos un viejo objeto, aunque ya no lo usemos, sin darle importancia, al menos hasta cuando los nuevos vecinos no le dan más importancia de lo esperado.

"Nuestros nuevos vecinos se mudaron hace aproximadamente un año.- escribe la autora de la publicación- Son una gran familia con 4 hijos de edades diferentes. Desde hace un par de semanas el tiempo ha cambiado y el sol está dominando, por lo cual es estupendo pasar algunas horas en el jardín. Los hijos de mis nuevos vecinos lo hicieron y a mi no me ha causado ningún problema, hasta cuando se dieron cuenta del trampolín que tenía en el jardín".

Según cuenta la historia, en una tarde soleada en Glasgow, la vecina le preguntó a nuestra protagonista si sus hijos podían usar un rato el trampolín y divertirse en compañía. La dueña de la casa no le dio grcia pero les dio su permiso, confiando de que todo terminaría antes de la noche.

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"A las 19 tenía una cita con algunos de mis amigos para un aperitivo en el jardín.- escribió la usuarioa @poopypainpants - Poco antes había salido a hacer unos mandados y estaba segura de que cuando regresara no encontraría a nadie en casa, pero no fue así. Los niños estaban aún allí jugando y esto me dejó sin palabras. Les dije que se vayan inmediatamente y fue una tragedia. Se echaron a llorar y la madre salió para pedirme que se queden más tiempo, pero no, no era posible y ella se ofendió. Paciencia".

Lamentablemente ese no fue el único episodio que tuvo como protagonistas a los niños y al trampolín. En los siguientes días la situación se repitió más de una vez y creó, con razón, desacuerdos entre la dueña de la casa y su vecina. No era posible para la protagonista de la historia que esos niños, aunque tal y sin ningún fin negativo, se introdujeran en su jardín y sin permiso, comenzaran a jugar.

"Le mencioné este malestar a la madre, pero lo único que ella seguía diciéndome era que los deje jugar. Eran niños y yo no usaba el trampolín, ¿qué me costaba cerrar un ojo? Lástima que esa era mi casa, mi jardín, mi trampolín y ellos en cambio eran tan maleducados para creer que podían hacer lo que quisieran".

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Lo que más le molestó a la autora de la publicación ha sido la total indiferencia de una madre que seguía imperturbable apareciéndose como mejor le parecía, ignorando las peticiones de la directa interesada. A pesar de las discusiones, de hecho, la vecina le dio permiso a sus hijos para que fueran a jugar al jardín de al lado incluso los fines de semana, desde las 9 de la manañan y mientras la dueña estaba tratando de descansar.

Las cosas, por lo tanto, fueron más allá y el día a día tan insoportable que llevaron a la joven hacia una drástica decisión. Al final, de hecho, para poner un freno a todo esto, tuvo que denunciar a sus vecinos.

Una historia increíble, pero que no es tan improbable que se encuentre en la realidad. ¿Alguna vez les ha pasado tener que lidiar con vecinos tan maleducados?