Este abuelo de 80 años pedalea todos los días hasta el trabajo de su nieta para llevarle el almuerzo caliente
¿Cuáles son las personas que más se preocupan por un niño luego de sus padres? Muchos estarán de acuerdo con esta respuesta: los abuelos. Precisamente ellos, estos segundos padres que, a veces, se preocupan tanto por la vida y el bienestar de sus nietos que hacen lo imposible para que estén bien.
Exactamente como sucedió en la historia que estamos por contarles. Aquí los protagonistas son dos: una chica y su abuelo de 80 años. Pero descubramos juntos que fue lo que hizo este amable señor para hacer mejores los días de su adorable nieta.
Jhoana Espinoza es una joven que ha publicado en su perfil de TikTok un video en el que se ve al abuelo realizar un gesto amoroso hacia ella.
En las imágenes el dulce abuelito la visita a su lugar de trabajo para llevarle el almuerzo caliente y para que pueda comer algo sabroso y no frugal. Como esta costumbre se repetía todos los días desde hace un tiempo, la mujer decidió grabar el momento y compartirlo con los usuarios de la web. Sin embargo, nunca se esperó que emocionaría tanto a las personas y provocaría un gran número de comentarios.
"Eres afortunada de tenerlo"- se lee en un comentario; "Cómo te envidio, aprovecha su cariño ahora que está contigo"; y aún más: "Estas imágenes me han recordado a mi abuelo, hacía lo mismo conmigo". Y así sucesivamente con otras palabras que lo describen como un hombre de oro, una persona especial y amorosa para tenerlo cerca y quererlo mucho.
El hombre se hizo famoso a tal punto que las personas luego pidieron conocerlo mejor, entonces Jhoana publicó otro video que titula "tiene 80 años, pero se siente como un jovencito de 22", en el que charla y bromea con su nieta.
A muchos de nosotros nos habrá pasado, probablemente, que hemos conocido a una persona especial como él, quizás abuelos, como en este caso o parientes y amigos que se toman a pecho una situación, se sacrifican y hacen todo lo posible para poder mejorar el día de un ser querido.
Al final, si reflexionamos bien, este abuelo no le ha regalado la luna a Jhoana, pero realizó un pequeño gesto con el que le llenó el corazón de felicidad. Con sus 80 años podía quedarse en su casa, almorzar, descansar o dedicarse a lo que le guste hacer, sin embargo no, ha preferido subirse a su bicicleta y pedalear para visitarla y llevarle el almuerzo a tiempo para su descanso.
Qué maravilla de hombre, ¿no lo creen?