Esta maestra de 102 años cumplió su sueño de regresar a clases por un día
Enseñar, transmitir conocimientos y educación a los niños y jóvenes siempre ha sido uno de los oficios más hermosos que se pueden ejercer en la vida. Quienes eligen seguir por este camino, eligen poner a disposición la propia vida laboral para colaborar con el crecimiento tanto social como cultural de las personas. Algo estupendo, si reflexionamos bien. Un docente, sobre todo de jardines de infancia y de primaria, tiene entre sus manos a muchos niños completamente puros e inocentes que aún tienen mucho que aprender. Los maestros, obviamente junto a los padres, hacen un importante trabajo: sientan las bases para que todos los pequeños puedan formar sus propias personalidades y dar vida al hombre o a la mujer del mañana.
Precisamente por este motivo, muchos maestros se toman muy en serio su profesión y harían todo lo posible para permanecer el mayor tiempo posible en clase y transmitir conocimientos, cultura, reglas del saber vivir a los niños. Lo sabe bien la mujer de la que estamos por hablarles. Conozcámosla.
via Ansa
Ella es Michela Ponte, una mujer de 102 años que, a su madura edad, logró volver a ponerse detrás de un escritorio y frente a 17 pequeños estudiantes. ¿No lo creen? Si así fuera, se equivocan bastante, porque sucedió realmente en una escuela siciliana.
Nuestra protagonista, conocida por todos como Lina, regresó al aula gracias a un proyecto comisariado por la directora del recinto donde fue invitada. El objetivo de la iniciativa es el de cumplir el mayor sueño de todas las personas que residen en el instituto y el de Lina, como ex maestra de Literatura, era precisamente el de sentarse nuevamente detrás de un escritorio y pasar algunas horas acompañada de sus alumnos temporales.
Así fue y lo que aún más asombra es el haber transformado en realidad su sueño a los 102 años. Un doble hito que hizo de la mujer una persona feliz y satisfecha. Sentada en el aula, la mujer pasó lista y los alumnos se levantaron por turnos para confirmar su presencia en clase. Un momento conmovedor que emocionó a todos los presentes.
La de Lina ha sido una pasión que nunca se apagó, sino que quedó tan viva y presente que se la transmitió también a su hija. La mujer, de hecho, siguió los pasos de su madre y enseñó Literatura en una escuela secundaria clásica.
La escuela en la que se realizó el evento y sus miembros están muy atentos a las iniciativas de interés social como esta y por lo tanto, se esforzaron al máximo para que todo saliera perfecto y reflejara el sueño de Michela Ponte.
Mirando las fotos y la alegría que muestran sus ojos, se puede decir con certeza que el día salió muy bien.
