Padres renuncian a la comida para alimentar a sus hijos: solo beben té y sobras
Los padres son un refugio seguro para sus hijos, dos pilares de referencia que nunca dejan de cuidarlos. Un buen padre sabe en su corazón que haría cualquier cosa por un hijo, incluso renunciar a la comida para alimentarlo. En estos malos tiempos, donde la crisis económica parece estar afectando a las personas más frágiles, hay familias que apenas logran llevar comida a la mesa. Kate Worby y su pareja Charlie Skudder, dos jóvenes de 29 años de Devon (Reino Unido), están pasando por un período tan difícil que han tenido que sacrificar sus comidas para alimentar a sus tres hijos pequeños. Una situación realmente dramática, que ningún ciudadano debería jamás verse obligado a afrontar.
via Mirror
Aunque Kate y Charlie tienen tres trabajos, eso no es para nada suficiente para contrarrestrar el vertiginoso aumento del costo de vida y cubrir los gastos mensuales. Kate trabaja como niñera y empleada de limpieza, además de animadora infantil, mientras que Charlie es un estudiante universitario que trabaja también como aparcacoches. Los dos tienen tres hijos,- Alice, de ocho años, Oliver de cuatro y Edward de uno- y han decidido privarse de sus comidas para asegurar una comida caliente a sus hijos, todos los días. Una situación realmente exasperante y tráfica, en la que Kate y Charlie solo se permiten una comida al día, - por lo general las sobras de la cena de los niños o un tostado con queso, que muchas veces tienen que compartir. Con lo que respecta al almuerzo y al desayuno, la pareja se limita a beber tan solo una taza de té. Una vez, declararon que no comieron durante tres días para que sus hijos comieran algo.
Está claro que esta dieta de alimentación extremadamente pobre conlleva un cansacio crónico, tanto físico como mental y algunos problemas de salud, afortunadamente no graves.
En promedio, Kate y Charlie gastan £60 por semana en compras, principalmente en frutas y verduras. Por lo demás, además de trabajar, están dispuestos a todo, también a vender su ropa: "Vendería también la ropa, algo que hago muchas veces, para alimentar a mis hijos. Como padres, hacemos cualquier corte o sacrificio para asegurarnos de que obtengan todo lo que necesitan. Si tienes problemas, hablar con las escuelas o con los proveedores de servicios sociales puede ayudar. Pueden ofrecer buenos alimentos y consejos".
La joven madre siguió describiendo la terrible situación en la que ella y su pareja han terminado: "Estamos haciendo lo mejor que podemos en un momento realmente difícil y la culpa no es de nosotros los padres. Nuestro sentimiento de culpa ya es lo suficientemente grave para que la gente nos condene por tener una familia. Nadie podía prever la terrible situación en la que nos encontraríamos, no importa cuántos hijos tienes. Las cosas no siempre fueron así para nosotros ni tampoco para muchas familias con casos similares al nuestro. Nuestros hijos no sufrirán por esto, su seguridad y su bienestar físico y mental son nuestra prioridad".
Esperamos que esta familia pueda pronto recibir toda la ayuda necesaria y salir de esta tremenda condición de pobreza.