Niña de doce años reforma su casa en 10 días por poco más de 116 euros
Todos recordamos el duro período de confinamiento del 2020, cuando cantábamos desde los balcones y se cocinaban las pizzas en casa para pasar el tiempo en aislamiento, a la espera de una solución contra la pandemia del Coronavirus. Bueno, en ese momento Bea, una niña de tan solo 12 años, se aburría mucho como la mayoría de sus compañeros obligados a quedarse en sus casas, entonces la madre experta en manualidades pensó a quién pedirle que la ayudara en la casa. La niña aceptó de buena manera. Susie Levache, de Kent, Reino Unido, contó que su hija Bea es determinada, rebelde, divertida y creativa, entonces es natural que quisiera aprovechar su tiempo libre adicional.
via BoredPanda
"Durante el confinamiento, se lamentaba que estaba aburrida mientras yo trataba de ponerme al día con algunas renovaciones y mejoras de la casa", contó Levache. "Para darle una lección, le pedí que tome las medidas de una pared que estaba a punto de cubrir. Luego le mostré cómo usar el banco de trabajo y la sierra de mano y antes de que me diera cuenta, había terminado la boiseire de mi oficina, completamente sola".
Pronto, la joven "aprendiz" decidió recorrer el resto de la casa y su madre estaba feliz en supervisarla y guiarla. Bea se sentía preparada para un proyecto más grande: la cocina. Sin embargo, los negocios estaban cerrados debido al COVID, entonces no sería posible comprar nuevos muebles altos. Tenía que encontrar una manera para trabajar con lo que ya tenía. Decidió que la pintura no combinada sería perfecta y se puso a trabajar con un presupuesto muy ajustado. Las sencillas modificaciones y algunas capas de pintura, junto a un trabajo minucioso, le permitieron cambiar drásticamente el aspecto de la cocina. El resultado fue absolutamente perfecto.
Con el paso de los días, Bea encontró otros proyectos en los cuales trabajar. No sólo todas las habitaciones se veían hermosas, sino que mantenía la misma atmósfera de la cocina y de la oficina, creando un buen juego de colores en toda la casa. Cada habitación lograba "fusionarse" con la siguiente. Durante el proceso, la niña de 12 años aprendió a trabajar con el taladro eléctrico, lijadora, cortador de azulejos, sierra a mano, plantilla y nivelador con extrema facilidad. No hay que sorprenderse que su trabajo parezca tan profesional: usaba las herramientas correctas.
Por lo que respecta a los gastos, al final se gastaron un poco más de 116 euros en artículos adicionales para completar la multitud de proyectos. El resto se obtuvo de materiales presentes en la casa y de objetos que podían ser reutilizables. Fueron necesarios unos diez días para completar todas las habitaciones. Bea no se detuvo hasta que no vio la casa entera completamente reformada. La dedicación de esta joven niña dio seguramente sus frutos: esta obra de arte con un presupuesto limitado- aunque mirándolo no pareciera- parece hecho a la perfección.
