Joven adoptado al nacer se reencuentra con su madre biológica: trabajaban en el mismo lugar
Desear conocer a tu madre o padre biológico es un sueño que se comparte con todos aquellos que han sido dados en adopción cuando nacieron. Así ha sido también para Benjamín Hulleberg, ahora de veinte años, que desde hace años se preguntaba a qué se dedicaba y dónde estaba quien lo había traído al mundo. Ben tenía un par de fotos de su joven madre que lo sostenía en brazos y desde el momento en el que lo confió al cuidado de una excelente familia, los que luego se convertirían en sus padres adoptivos. Hoy Ben tiene una hermosa vida gracias a su madre y a su padre, un trabajo y tiempo libre donde es voluntario, pero el deseo de llenar ese vacío, conocer a su madre biológica, nunca lo abandonó. No sabía que también ella lo estaba buscando.
Holly Shearer dio a luz a Ben Hulleberg cuando aún era una adolescente. En ese momento no pudo hacerse cargo del bebé, dada su joven edad, y eligió para él un futuro mejor, confiándolo a Ángela y a Brian Hulleberg. Desde entonces han pasado 20 años y Holly nunca dejó de pensar en su primer hijo.
Cuando Ben cumplió 18 años, la mujer lo buscó en Facebook y se alegró del hecho que estuviera bien: "Siempre estaba en mi mente", recordó Holly, "aún más en las vacaciones y en su cumpleaños, un torbellino de emociones. He pensado en él todo el tiempo". Holly decidió de todas formas no escribirle, por miedo a interferir en su vida, pero de todas formas lo vigilaba para no perderlo de vista. Pasaron dos años, hasta que Holly decidió enviarle un mensaje de feliz cumpleaños.
Ben se sorprendió al descubrir la identidad de la mujer que le había escrito por Facebook: "Cuando me respondió con un mensaje y le expliqué quién era, me golpeó como un ladrillo", dijo Ben, "Me puse a llorar. Todas fueron emociones muy positivas, pero para mi este es un día que he estado esperando durante 20 años de mi vida e imaginar que finalmente estaba sucediendo ha sido absurdo. Tenía bastantes cosas que aceptar".
Pero las sorpresas para ambos no terminaron aquí: Ben, que trabaja como suplente en la escuela secundaria, también es voluntario en la sala de terapia intensiva neonatal en el "Hospital St. Mark's" de Salt Lake City, en Utah...el mismo hospital donde Holly trabajaba como asistente médica en el Centro del Corazón. Quién sabe cuántas veces se habían cruzado entre los pasillos o habían estacionado el auto en el mismo estacionamiento...
Luego de esos mensajes, organizaron un encuentro entre los dos, los padres adoptivos de Ben y la nueva familia de Holly. "Cuando la vi, se puso de pie, me abrazó y lloré", recordó Ben, "Apenas la vi pensé, 'Eres real, como si estuvieras frente a mi. Ha sido surreal". Para ambos ha sido una emoción única y una gran alegría encontrarse finalmente en persona.
Para ambos, se trató de una experiencia muy sanadora, que llenó los vacíos que quizás ni si quiera se habían dado cuenta. Pero ahora finalmente se sienten en paz y "completos".